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sábado, 18 de diciembre de 2010

“I love you for that”

Una de mis serie favoritas es “One Tree Hill”. Comenzó en 2003 y narraba la historia de dos medios hermanos rivales; ambos basquetbolistas: Lucas (Chad Michael Murray) y Nathan (James Lafferty). Todo comenzó cuando Lucas entró al equipo de la escuela, en donde Nathan, quien por cierto era un patán, era el capitán.

La trama se complicaba en el ámbito amoroso, pues Lucas estaba enamorado de una de las porristas, Peyton (Hilarie Burton); mientras que Brooke (Sofía Bush), su capitana y mejor amiga, estaba interesada en el nuevo miembro de Los Ravens, el equipo escolar.

Sobra decir que Peyton también se sentía atraída hacia Lucas, con quien tenía una compleja y profunda conexión emocional.

Por otro lado, Nathan, tras terminar su noviazgo con Peyton, se acercó a Haley (Bettany Joy Galleoti), la mejor amiga de su hermano-enemigo, con el afán de molestarlo. Al final le salió el tiro por la culata, pues terminaron enamorándose y… casándose sin haber terminado la preparatoria.

Esos eran los cimientos de One Tree Hill. Hoy por hoy, la serie se ha transformado al 100 por ciento. De ser un drama adolescente sobrevivió el momento en el que los jóvenes se graduaban de la preparatoria para emprender un camino distinto en la universidad.

Cuatro años más tarde, cada uno de ellos regresó a su hogar en Tree Hill, Carolina del Norte. Para entonces, Lucas era un afamado escritor. Peyton, aunque pasó por momentos difíciles, lanzó una disquera independiente. Brooke se convirtió en una gran diseñadora de modas y empresaria al fundar Clothes Over Bros.

Nathan alcanzó su sueño de ser un importante basquetbolista y formó una familia al lado de Haley, quien combinaba varias actividades: la de madre, ama de casa, maestra de escuela y música.

Este 2010 comenzó su octava y última temporada, y desde la séptima superó otro reto aún mayor que el paso de la adolescencia a la adultez de cada uno de sus personajes. Se trató de la salida de sus dos protagonistas Murray y Burton, Lucas y Peyton (Leyton, para los fans).

Esto provocó la entrada de nuevos personajes que añadieron giros a la trama, algunos esperados y previsibles, otros no tanto.

Austin Nichols, interpretando al cineasta Julian Baker; Shantel VanSanten, como la hermana mayor de Haley, Quinn; Robert Buckley, como Clay, el agente de Nate, y Jana Kramer, en el rol de la actriz Alex Dupree, se unieron al reparto para añadir drama, romance, intriga y sazón a la serie.

Reconocimiento aparte merece Mark Schwahn, el creador del proyecto, pues ante las adversidades ha innovado el argumento, nos ha obsequiado grandes momentos; estupendos, cómicos y reflexivos diálogos, además de una excelente música. Pero no sería del todo honesto omitir el hecho de que a causa del tiempo y los factores ya mencionados la serie ha perdido su calidad inicial.

Hoy, estando cada día más cerca del final de este gran programa con el que básicamente crecí, lloré, me reí e identifiqué, me siento nostálgica porque me recuerda episodios específicos de mi propia vida; algunos amargos, otros llenos de ilusión, de dolor o alegría.

Por todo ello, no me queda que retomar el que, quizá, es uno de los más grandes legados de “One Tree Hill”. Me refiero a la frase “I love you for that” (“Por eso te amo”), que da nombre a esta entrada, el cual probablemente sea el diálogo más recitado a lo largo de estas ocho temporadas, ya que todos los personajes, incluso los nuevos, han hecho uso de él. 

No me queda más que añadir que: “One Tree Hill”, “I love you for that”.
 
Twitter: mabsalinas



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