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viernes, 8 de abril de 2011

Una niña, dos adultos: tres almas gemelas


Hay películas para enamorarse, para reír, llorar... Hay películas que conmueven hasta la médula y que, sin afán de ser pretenciosas o aleccionar a regañadientes, se introducen tan adentro de la piel que terminan por seducirnos y conmovernos.

Haciendo uso de una historia sencilla, pero con un mensaje trascendente, la francesa "El encanto del Erizo" ("Le Hérisson"), primer largometraje de la joven cineasta Mona Achache, llegó a nuestro país con una modesta distribución, pero seguramente permanecerá en la mente de los espectadores mexicanos.

Pero en su travesía por el mundo no sólo nos ha conquistado a nosotros, sino también a los españoles, y es que fue galardonada con el Premio del Público en la última edición de la Seminci de Valladolid.

La historia gira en torno a la vida de tres personajes estrafalarios, almas solitarias en busca de comprensión y —en el fondo— de alguien dispuesto a aceptarlas, comprenderlas.

Paloma (Garance Le Guillermic) es una niña de 11 años que ha decidido suicidarse en su próximo cumpleaños, sin comprender a cabalidad la tragedia que implica la muerte. Alejada de su familia, quienes aunque la aman no la comprenden, buscará ese "calor de hogar" fuera de casa.

Renée (Josiane Balasko) es una vieja y amargada conserje que atiende el edificio en el que vive la niña. Ella esconde un "secreto" sobre sí misma y se mantiene al margen del mundo; es huraña, pero inteligente; elegante como un erizo, en apariencia hosca, pero en realidad tierna y vehemente.

Sus vidas se trastocan con la llegada al edificio de un nuevo individuo: el señor Ozu (Togo Igawa), un viudo enigmático, con raíces culturales bien arraigadas, que no sólo mostrará interés hacia la conserje sino que también despertará a Paloma, la "sacará de su cascarón".

No obstante, en el reencuentro de estas tres almas gemelas no todo será algarabía… puede ser que nubarrones cargados de tragedia se ciernan sobre su vida.

La cinta es una adaptación del best seller "The elegante of the Hedgehog" ("La elegancia del erizo"), de Muriel Barbery, pero en donde Achache narra su propia versión del filme: aquellos momentos que más la conmovieron, trasladando lo literario al campo audiovisual.

"El encanto del erizo" es una película bella, mesurada, con diálogos certeros, que oscilan entre la ironía y la ternura, entre la profundidad y la comicidad, pero que a la vez nos dicen mucho de cada uno de los personajes; tanto protagonistas como secundarios.

Tal vez lo diálogos con mayor carga crítica sean los de la madre de Paloma, Solange (Anne Brochet), particularmente los monólogos que sostiene con sus plantas, y los de la pequeña.

Esta cinta, realizada en 2009, implicó numerosos retos, como el hecho de que uno de los roles principales sea un personaje complejo que corre a cargo de una niña, pero el talento de Le Guillermic es acertado y saca el obstáculo avante.

Asimismo, la directora debió trabajar con animales, que juegan un papel simbólico y trascendente en el filme; y con el hecho de que Igawa interpretó su papel al aprenderse fonéticamente los diálogos. ¡Un rodaje complicado!

Esta cinta cuenta con un desarrollo lineal, cuyo principal atractivo es la profundidad de sus personajes, quienes finalmente sucumben ante un giro que les depara el destino. Además, tiene un par de escenas animadas que sirven como introspección hacia Paloma y como un vínculo entre los protagonistas.

Finalmente, aunque el mensaje pudiera parecer contraproducente porque aborda el tema del suicidio, lo cierto es que la resolución del tema es la adecuada, y termina por invitar al espectador a cuestionarse sobre temas fundamentales, como la vida, muerte, el amor y la familia, sin necesidad de utilizar clichés para ello.

¿O tú qué opinas?

Twitter: mabsalinas

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