Gore Verbinski, director de las tres primeras partes de "Piratas del Caribe" no pudo participar en la cuarta entrega porque se encontraba trabajando en otro proyecto: "Rango", cinta animada en donde un camaleón, interpretado por Johnny Depp, es el protagonista.
La historia gira en torno a este excéntrico personaje, que más que reptil es un histrión frustrado que padece una tremebunda soledad y hace sus propios montajes teatrales al lado de juguetes rotos o animales muertos.
Pero cuando tras un accidente de carretera pierde su hogar y queda desamparado en el Desierto de Mojave, arriba a un peculiar pueblo que es habitado por excéntricos personajes, como conejos, reptiles, tortugas, topos, búhos y más.
Acostumbrado a camuflarse, y siendo un actor por excelencia, nuestro protagonista se hace llamar "Rango", pero al aparentar ser alguien que no es termina por convertirse en la esperanza que el pueblo aguardaba.
Como el nuevo guardián de la paz, el sheriff —arquetipo clásico de las cintas del género "western"—, Rango deberá enfrentarse a numerosos enemigos y problemas, siendo los dos más importantes, la serpiente Jake (Bill Nighy, en español Joaquín Cosío) y el misterio de la escasez de agua que azota al pueblo.
Esta primera producción de Nickelodeon y Paramount presenta a un protagonista que padece una crisis de identidad, pero que en el momento más importante deberá confrontarse para tomar una decisión que finalmente lo definirá.
Aunque "Rango" tiene algunas deficiencias en el guión, pues la historia por momentos se vuelve predecible, y en su ritmo, que es lento, lo cierto es que parte de un punto completamente original: rinde un homenaje a un género tradicional del cine estadounidense, el "western" y por medio de una animación.
Incluso, va más allá, como bien apunta el investigador Hugo Lara en "Cinemanía", pues se centra en el "spaghetti western", la versión italiana del género, cuyo mayor exponente fue Sergio Leone.
Es así que esparcidos durante los 107 minutos de duración, vemos que se rinden diversos homenajes al cine de Leone y que incluso se incluye un cameo de Clint Eastwood, en su versión animada como el Espíritu del Oeste, haciendo alusión al personaje que lo catapultó a la fama: El hombre sin nombre.
Eastwood interpretó a este malencarado en la clásica trilogía del italiano "Por un puñado de dólares" (1964), "Por unos dólares más" (1965) y "El bueno, el malo y el feo" (1966).
"En 'Rango' Verbinski hace guiños permanentemente con los referentes del spaghetti, ya porque incorpora componentes como la presencia de los mexicanos —en la forma de un ingenioso coro de búhos-mariachis que sirven como narradores— o bien mediante la textura de ambientes sórdidos, y la música de Hans Zimmer, cuyas partituras aluden a los temas inconfundibles de Ennio Morricone", añade Lara.
Cabe aclarar que Morricone era el compositor de cabecera de Leone y a él le debemos el origen de la pieza que más se relaciona con el Viejo Oeste y que es el tema principal justamente de "El bueno, el malo y el feo".
La música es otro de los grandes aciertos de "Rango", ya que su estilo mexicanizado le aporta un toque novedoso. En ese mismo tenor se encuentra la animación, la cual es excelsa, lo que se puede constatar principalmente en sus texturas y en el personaje de la víbora Jake.
Este renglón no sorprende del todo, pues se trata de una película en la que participa la empresa de efectos Industrial Light & Magic (ILM), que pertenece ni más ni menos que a George Lucas, progenitor de la afamada "Guerra de las Galaxias" por allá de la década de los 70.
Finalmente, aunque se trata de una animación, puede que la historia no sea tan fácil digerir para los niños —especialmente para los más pequeños—, de hecho en su clasificación se aconseja que los padres intervengan a causa de su humor grosero, lenguaje, acción y la aparición de cigarros.
A pesar de que no sea una cinta animada para los pequeños, "Rango" deja una lección valiosa para los más grandes: "Ningún hombre puede huir de su propia historia".
La historia gira en torno a este excéntrico personaje, que más que reptil es un histrión frustrado que padece una tremebunda soledad y hace sus propios montajes teatrales al lado de juguetes rotos o animales muertos.
Pero cuando tras un accidente de carretera pierde su hogar y queda desamparado en el Desierto de Mojave, arriba a un peculiar pueblo que es habitado por excéntricos personajes, como conejos, reptiles, tortugas, topos, búhos y más.
Acostumbrado a camuflarse, y siendo un actor por excelencia, nuestro protagonista se hace llamar "Rango", pero al aparentar ser alguien que no es termina por convertirse en la esperanza que el pueblo aguardaba.
Como el nuevo guardián de la paz, el sheriff —arquetipo clásico de las cintas del género "western"—, Rango deberá enfrentarse a numerosos enemigos y problemas, siendo los dos más importantes, la serpiente Jake (Bill Nighy, en español Joaquín Cosío) y el misterio de la escasez de agua que azota al pueblo.
Esta primera producción de Nickelodeon y Paramount presenta a un protagonista que padece una crisis de identidad, pero que en el momento más importante deberá confrontarse para tomar una decisión que finalmente lo definirá.
Aunque "Rango" tiene algunas deficiencias en el guión, pues la historia por momentos se vuelve predecible, y en su ritmo, que es lento, lo cierto es que parte de un punto completamente original: rinde un homenaje a un género tradicional del cine estadounidense, el "western" y por medio de una animación.
Incluso, va más allá, como bien apunta el investigador Hugo Lara en "Cinemanía", pues se centra en el "spaghetti western", la versión italiana del género, cuyo mayor exponente fue Sergio Leone.
Es así que esparcidos durante los 107 minutos de duración, vemos que se rinden diversos homenajes al cine de Leone y que incluso se incluye un cameo de Clint Eastwood, en su versión animada como el Espíritu del Oeste, haciendo alusión al personaje que lo catapultó a la fama: El hombre sin nombre.
Eastwood interpretó a este malencarado en la clásica trilogía del italiano "Por un puñado de dólares" (1964), "Por unos dólares más" (1965) y "El bueno, el malo y el feo" (1966).
"En 'Rango' Verbinski hace guiños permanentemente con los referentes del spaghetti, ya porque incorpora componentes como la presencia de los mexicanos —en la forma de un ingenioso coro de búhos-mariachis que sirven como narradores— o bien mediante la textura de ambientes sórdidos, y la música de Hans Zimmer, cuyas partituras aluden a los temas inconfundibles de Ennio Morricone", añade Lara.
Cabe aclarar que Morricone era el compositor de cabecera de Leone y a él le debemos el origen de la pieza que más se relaciona con el Viejo Oeste y que es el tema principal justamente de "El bueno, el malo y el feo".
La música es otro de los grandes aciertos de "Rango", ya que su estilo mexicanizado le aporta un toque novedoso. En ese mismo tenor se encuentra la animación, la cual es excelsa, lo que se puede constatar principalmente en sus texturas y en el personaje de la víbora Jake.
Este renglón no sorprende del todo, pues se trata de una película en la que participa la empresa de efectos Industrial Light & Magic (ILM), que pertenece ni más ni menos que a George Lucas, progenitor de la afamada "Guerra de las Galaxias" por allá de la década de los 70.
Finalmente, aunque se trata de una animación, puede que la historia no sea tan fácil digerir para los niños —especialmente para los más pequeños—, de hecho en su clasificación se aconseja que los padres intervengan a causa de su humor grosero, lenguaje, acción y la aparición de cigarros.
A pesar de que no sea una cinta animada para los pequeños, "Rango" deja una lección valiosa para los más grandes: "Ningún hombre puede huir de su propia historia".
¿O tú qué opinas?
Twitter: mabsalinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario