Hay películas que parece están a punto de perderse en el universo de la cartelera, de no exhibirse, o que tienen sus días contados en los cines, pero que gracias a la recomendación boca-a-boca logran despertar el interés de la audiencia y permanecer un poco más de tiempo en salas.
Éste es el caso de "La versión de mi vida" (Barney's Version), de Richard J. Lewis, que se basa en el best-seller semi autobiográfico de Mordecai Richler, en donde originalmente el nombre del personaje protagonista era Barry, no Barney Panofsky, y que fue publicado en 1997.
Lewis tardó más de una década en levantar el proyecto y finalmente lo hizo de la mano de su guionista Michael Konyves, encargado de la adaptación, la cual con base en un sólido guión combina momentos cómicos con dramáticos, y entreteje una historia que refleja a la perfección la simpleza y complejidad de la existencia de un individuo, de su vida.
La historia gira en torno a Barney (Paul Giamatti), un judío impulsivo pero inseguro, romántico pero duro, a quien le gusta el tabaco y el alcohol; él tiene una vida llena de altibajos, errores, arrepentimientos y lecciones aprendidas, que con gracia y dramatismo muestran los matices que conforman a un ser humano.
A diferencia de otras cintas que retratan el microcosmos y la cultura judía, como la intensa y monótona "Un hombre serio" ("A serious man"), de los hermanos Ethan y Joel Coen, o la desgarradora "Left Luggage" ("Nunca te vayas sin decir te quiero"), su tratamiento es serio y no cae en generalidades, sino que se centra en la vida de un hombre.
El filme se centra en la vida amorosa de Barney, en primer lugar —más concretamente en sus tres matrimonios—, y en su vida laboral en segundo término, combinando los tiempos de la narración por medio de flashbacks que nos permiten entender la raíz de los acontecimientos presentes.
En su juventud y mientras Barney vivía en Italia con su amigo Boogie (Scott Speedman) contrajo su primer matrimonio con Clara (Rachelle Lefevre), el cual resultó un fraude, y tras descubrir la infidelidad de su mujer, todo terminó trágicamente.
Derivado de un impulso, Barney se casa con una adinerada pero insoportable mujer, la señora Panofsky (Minnie Driver, en una excelente, desesperante e hilarante interpretación), pero justo el día de su boda conoce a Miriam (Rosamund Pike), la mujer de sus sueños y quien desea se convierta en la madre de sus hijos.
Ante semejante conflicto, el protagonista no se divorcia sino hasta que es inevitable y a causa de la infidelidad de su mujer —sí, de nuevo—, lo cual desemboca en otra tragedia. No obstante, sirve de transición para que inicie la verdadera historia de amor de la película.
La relación entre Miriam y Barney parece ser perfecta… ¿pero acaso habrá alguien que se interponga en su camino? El hecho de que el marido sea el único sospechoso en la muerte de su mejor amigo, Boogie, ¿tendrá algo que ver?
"La versión de mi vida" es una cinta dividida en tres partes, una por cada matrimonio, siendo la más importante la última, por lo que el ritmo del filme se percibe un poco lento, pues podría parecer que éste tarda en arrancar.
No obstante, a pesar de este pequeño traspié, cuenta con un elenco talentoso, encabezado por Giamatti, que con su actuación atraviesa una extendida gama de emociones, desde la confusión, hasta la impotencia, el fulgor derivado del alcohol e incluso la enfermedad.
A él se le suma Dustin Hoffman en una sólida interpretación en la que encarna al padre del protagonista y que le exige pasar de la rudeza, a la ternura y picardía de un momento a otro. Mientras que Speedman realiza probablemente el mejor trabajo de su carrera como un "galán" drogadicto y fracasado.
Pero si hay algo que sobresale entre todo de la cinta es que de una forma agridulce nos introduce a la realidad de un familia. Por un lado, con el comportamiento de Barney y las lecciones que aprende, Lewis reflexiona sobre la gravedad de tratar el matrimonio de forma banal.
Asimismo, muestra los estragos que causan el abuso de las drogas, el alcohol y el daño interno y externo que son consecuencia de las infidelidades, la falta de sacrificio e interés por el otro dentro del matrimonio, así como la instrumentalización de la persona.
Aún así, no importa qué tantos errores se hayan cometido en la vida, cuando un amor sincero está ahí para acompañarnos a pesar de la adversidad, la enfermedad o la muerte. Es una buena "versión de la vida".
Éste es el caso de "La versión de mi vida" (Barney's Version), de Richard J. Lewis, que se basa en el best-seller semi autobiográfico de Mordecai Richler, en donde originalmente el nombre del personaje protagonista era Barry, no Barney Panofsky, y que fue publicado en 1997.
Lewis tardó más de una década en levantar el proyecto y finalmente lo hizo de la mano de su guionista Michael Konyves, encargado de la adaptación, la cual con base en un sólido guión combina momentos cómicos con dramáticos, y entreteje una historia que refleja a la perfección la simpleza y complejidad de la existencia de un individuo, de su vida.
La historia gira en torno a Barney (Paul Giamatti), un judío impulsivo pero inseguro, romántico pero duro, a quien le gusta el tabaco y el alcohol; él tiene una vida llena de altibajos, errores, arrepentimientos y lecciones aprendidas, que con gracia y dramatismo muestran los matices que conforman a un ser humano.
A diferencia de otras cintas que retratan el microcosmos y la cultura judía, como la intensa y monótona "Un hombre serio" ("A serious man"), de los hermanos Ethan y Joel Coen, o la desgarradora "Left Luggage" ("Nunca te vayas sin decir te quiero"), su tratamiento es serio y no cae en generalidades, sino que se centra en la vida de un hombre.
El filme se centra en la vida amorosa de Barney, en primer lugar —más concretamente en sus tres matrimonios—, y en su vida laboral en segundo término, combinando los tiempos de la narración por medio de flashbacks que nos permiten entender la raíz de los acontecimientos presentes.
En su juventud y mientras Barney vivía en Italia con su amigo Boogie (Scott Speedman) contrajo su primer matrimonio con Clara (Rachelle Lefevre), el cual resultó un fraude, y tras descubrir la infidelidad de su mujer, todo terminó trágicamente.
Derivado de un impulso, Barney se casa con una adinerada pero insoportable mujer, la señora Panofsky (Minnie Driver, en una excelente, desesperante e hilarante interpretación), pero justo el día de su boda conoce a Miriam (Rosamund Pike), la mujer de sus sueños y quien desea se convierta en la madre de sus hijos.
Ante semejante conflicto, el protagonista no se divorcia sino hasta que es inevitable y a causa de la infidelidad de su mujer —sí, de nuevo—, lo cual desemboca en otra tragedia. No obstante, sirve de transición para que inicie la verdadera historia de amor de la película.
La relación entre Miriam y Barney parece ser perfecta… ¿pero acaso habrá alguien que se interponga en su camino? El hecho de que el marido sea el único sospechoso en la muerte de su mejor amigo, Boogie, ¿tendrá algo que ver?
"La versión de mi vida" es una cinta dividida en tres partes, una por cada matrimonio, siendo la más importante la última, por lo que el ritmo del filme se percibe un poco lento, pues podría parecer que éste tarda en arrancar.
No obstante, a pesar de este pequeño traspié, cuenta con un elenco talentoso, encabezado por Giamatti, que con su actuación atraviesa una extendida gama de emociones, desde la confusión, hasta la impotencia, el fulgor derivado del alcohol e incluso la enfermedad.
A él se le suma Dustin Hoffman en una sólida interpretación en la que encarna al padre del protagonista y que le exige pasar de la rudeza, a la ternura y picardía de un momento a otro. Mientras que Speedman realiza probablemente el mejor trabajo de su carrera como un "galán" drogadicto y fracasado.
Pero si hay algo que sobresale entre todo de la cinta es que de una forma agridulce nos introduce a la realidad de un familia. Por un lado, con el comportamiento de Barney y las lecciones que aprende, Lewis reflexiona sobre la gravedad de tratar el matrimonio de forma banal.
Asimismo, muestra los estragos que causan el abuso de las drogas, el alcohol y el daño interno y externo que son consecuencia de las infidelidades, la falta de sacrificio e interés por el otro dentro del matrimonio, así como la instrumentalización de la persona.
Aún así, no importa qué tantos errores se hayan cometido en la vida, cuando un amor sincero está ahí para acompañarnos a pesar de la adversidad, la enfermedad o la muerte. Es una buena "versión de la vida".
Twitter: mabsalinas
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