"X-Men: primera generación" finalmente se estrenó arrasando con la taquilla mexicana y estadounidense, acumulando 55 millones de pesos y 56 millones de dólares, respectivamente, en su primera semana de estreno.
Al parecer el fenómeno mutante creado por Stan Lee y Marvel ha cobrado nuevos bríos 11 años después del estreno de "X-Men 1", la cual fue seguida por "X-Men 2", ambas comandadas por Bryan Singer; "X-Men: la batalla final", a cargo de Brett Ratner, y "X-Men Orígenes: Wolverine", de Gavin Hood.
Ahora, el proyecto regresa para contarnos el origen de la rivalidad entre el Profesor X (James McAvoy y a quien Patrick Stewart encarnó en su rol adulto) y Erik Lehnsherr, mejor conocido como Magneto (Michael Fassbender, interpretado por Ian McKellen en la primera trilogía).
El filme fue producido por Singer, quien realizó un gran trabajo en las dos primeras partes, y dirigida por Matthew Vaughn, uno de los candidatos para dirigir la tercera.
"X-Men: primera generación" inicia comparando la infancia de los dos protagonistas. Mientras que Charles Xavier es un niño que vive rodeado de opulencia, Erik es prisionero en un campo de concentración, en donde un mutante, Bernard Shaw (Kevin Bacon), mata a su madre y lo convierte en su Frankenstein, uno capaz de dominar todo tipo de metal.
El destino reunirá a los dos protagonistas frente a un enemigo común: Shaw, teniendo como contexto la Guerra Fría y la carrera espacial, hechos que se evidencian en las tensiones políticas y armamentistas entre Estados Unidos y el comunismo ruso.
A la par, en el camino se les unirán otros jóvenes mutantes después de ser descubiertos por el poder telepático del Profesor X, quien por primera vez utiliza a Cerebro, la máquina que potencia su poder, para ubicar a estos seres y empatizar con ellos.
Es así que en esta precuela conocemos el origen de la amistad entre Charles y Erik y los motivos de su separación, la cual a la postre los convertiría en enemigos.
El filme también nos presenta los antecedentes de Raven Darkholme, mejor conocida como Mystique y el inicio de su relación con el profesor y Magneto, así como la incursión de otros personajes ya famosos en los cómics de Lee: Hank McCoy, Bestia (Nicholas Hoult); Sean Cassidy, Banshee (Caleb Landry Jones); Alex Summers, Havok (Lucas Till), y Emma Frost (January Jones), entre otros.
Shaw intentará confrontar a las dos potencias mundiales para iniciar la Tercera Guerra Mundial, en compañía de algunos mutantes, en tanto otros más, liderados por Charles y Erik, intentarán detenerlo; el primero porque desea salvar a la humanidad, el segundo porque anhela venganza.
En la cinta veremos por primera vez cómo los mutantes se muestran al mundo, lo que a su vez causa el miedo de los humanos; de ahí que algunos de los primeros teman ser víctimas de otro holocausto, como el que se vivió en la Segunda Guerra Mundial, conflicto que se presenta en el planteamiento.
En términos de entretenimiento, la cinta cumple con su función, a pesar de que ciertos efectos especiales carecen de impacto y se ven falsos en algunas escenas, que en el afán de ser grandilocuentes algunas escenas pierden impacto, y tiene un desenlace previsible.
Sin embargo, el buen manejo de los personajes es un gran punto a su favor, pues a pesar de contar con muchos, todos tienen un momento para brillar.
La dimensión y profundidad de Magneto, particularmente, es un punto a destacar, ya que se presentan muchos de los antecedentes que nos permiten comprenderlo tanto en ésta como en las películas precedentes. En este sentido, la actuación de Fassbender, McAvoy y Bacon, son excepcionales.
También vale la pena mencionar los dos cameos (apariciones) de personajes emanados de otras películas de los Hombres X: Rebecca Romijn-Stamos (Mystique, de grande) y Hugh Jackman (Wolverine).
Lamentablemente, como en otras ocasiones, el filme no es fiel al cómic, lo que puede decepcionar a algunos fanáticos. Asimismo, como la saga ha pasado por las manos de varios directores, tiene evidentes fallas de continuidad.
También cuenta con escenas de violencia, características en los filmes de ciencia ficción, además de algunos clichés, como el ya mencionado tema de la Guerra Fría y la rivalidad entre EU y Rusia, tema que ya ha sido bastante abordado en el cine, ¿verdad James Bond?
Al igual que sus antecesoras, "X-Men: primera generación" tiene un discurso de auto-aceptación y envía el mensaje de que uno debe amarse a pesar de sus diferencias, lo cual es sumamente positivo.
Sin embargo, la constante reiteración de la frase "Mutant and proud" ("Mutante, y orgulloso") no hace sino recordarnos el ya famoso concepto "Gay and proud" (Gay, y orgulloso), mejor conocido como GAP, continuamente empelado por el lobby homosexual. ¿Qué nos estarán queriendo decir entre líneas?
El filme es palomero, entretenido y lo más probable es que sea el inicio de una nueva trilogía, a causa del éxito en taquilla.
Al parecer el fenómeno mutante creado por Stan Lee y Marvel ha cobrado nuevos bríos 11 años después del estreno de "X-Men 1", la cual fue seguida por "X-Men 2", ambas comandadas por Bryan Singer; "X-Men: la batalla final", a cargo de Brett Ratner, y "X-Men Orígenes: Wolverine", de Gavin Hood.
Ahora, el proyecto regresa para contarnos el origen de la rivalidad entre el Profesor X (James McAvoy y a quien Patrick Stewart encarnó en su rol adulto) y Erik Lehnsherr, mejor conocido como Magneto (Michael Fassbender, interpretado por Ian McKellen en la primera trilogía).
El filme fue producido por Singer, quien realizó un gran trabajo en las dos primeras partes, y dirigida por Matthew Vaughn, uno de los candidatos para dirigir la tercera.
"X-Men: primera generación" inicia comparando la infancia de los dos protagonistas. Mientras que Charles Xavier es un niño que vive rodeado de opulencia, Erik es prisionero en un campo de concentración, en donde un mutante, Bernard Shaw (Kevin Bacon), mata a su madre y lo convierte en su Frankenstein, uno capaz de dominar todo tipo de metal.
El destino reunirá a los dos protagonistas frente a un enemigo común: Shaw, teniendo como contexto la Guerra Fría y la carrera espacial, hechos que se evidencian en las tensiones políticas y armamentistas entre Estados Unidos y el comunismo ruso.
A la par, en el camino se les unirán otros jóvenes mutantes después de ser descubiertos por el poder telepático del Profesor X, quien por primera vez utiliza a Cerebro, la máquina que potencia su poder, para ubicar a estos seres y empatizar con ellos.
Es así que en esta precuela conocemos el origen de la amistad entre Charles y Erik y los motivos de su separación, la cual a la postre los convertiría en enemigos.
El filme también nos presenta los antecedentes de Raven Darkholme, mejor conocida como Mystique y el inicio de su relación con el profesor y Magneto, así como la incursión de otros personajes ya famosos en los cómics de Lee: Hank McCoy, Bestia (Nicholas Hoult); Sean Cassidy, Banshee (Caleb Landry Jones); Alex Summers, Havok (Lucas Till), y Emma Frost (January Jones), entre otros.
Shaw intentará confrontar a las dos potencias mundiales para iniciar la Tercera Guerra Mundial, en compañía de algunos mutantes, en tanto otros más, liderados por Charles y Erik, intentarán detenerlo; el primero porque desea salvar a la humanidad, el segundo porque anhela venganza.
En la cinta veremos por primera vez cómo los mutantes se muestran al mundo, lo que a su vez causa el miedo de los humanos; de ahí que algunos de los primeros teman ser víctimas de otro holocausto, como el que se vivió en la Segunda Guerra Mundial, conflicto que se presenta en el planteamiento.
En términos de entretenimiento, la cinta cumple con su función, a pesar de que ciertos efectos especiales carecen de impacto y se ven falsos en algunas escenas, que en el afán de ser grandilocuentes algunas escenas pierden impacto, y tiene un desenlace previsible.
Sin embargo, el buen manejo de los personajes es un gran punto a su favor, pues a pesar de contar con muchos, todos tienen un momento para brillar.
La dimensión y profundidad de Magneto, particularmente, es un punto a destacar, ya que se presentan muchos de los antecedentes que nos permiten comprenderlo tanto en ésta como en las películas precedentes. En este sentido, la actuación de Fassbender, McAvoy y Bacon, son excepcionales.
También vale la pena mencionar los dos cameos (apariciones) de personajes emanados de otras películas de los Hombres X: Rebecca Romijn-Stamos (Mystique, de grande) y Hugh Jackman (Wolverine).
Lamentablemente, como en otras ocasiones, el filme no es fiel al cómic, lo que puede decepcionar a algunos fanáticos. Asimismo, como la saga ha pasado por las manos de varios directores, tiene evidentes fallas de continuidad.
También cuenta con escenas de violencia, características en los filmes de ciencia ficción, además de algunos clichés, como el ya mencionado tema de la Guerra Fría y la rivalidad entre EU y Rusia, tema que ya ha sido bastante abordado en el cine, ¿verdad James Bond?
Al igual que sus antecesoras, "X-Men: primera generación" tiene un discurso de auto-aceptación y envía el mensaje de que uno debe amarse a pesar de sus diferencias, lo cual es sumamente positivo.
Sin embargo, la constante reiteración de la frase "Mutant and proud" ("Mutante, y orgulloso") no hace sino recordarnos el ya famoso concepto "Gay and proud" (Gay, y orgulloso), mejor conocido como GAP, continuamente empelado por el lobby homosexual. ¿Qué nos estarán queriendo decir entre líneas?
El filme es palomero, entretenido y lo más probable es que sea el inicio de una nueva trilogía, a causa del éxito en taquilla.
Twitter: mabsalinas
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