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sábado, 1 de marzo de 2008

Jericho, la historia de una catástrofe


Si alguien dijera que EU fue atacado y que al menos 10 de sus estados quedaron destrozados a causa de bombas nucleares, probablemente pensaríamos que el guión de una película de acción salió mal.

Sin embargo, una serie de televisión se atrevió a hacer lo que muchas cintas intentaron, pero no pudieron culminar: iniciar una catástrofe que el país más poderoso del mundo no pudo evitar.

Jericho es una serie que narra la forma en que un pueblo estadounidense sobrevive después de que en el país fue perpetrado un ataque nuclear por parte de un enemigo desconocido.

Jake Green (Skeet Ulrich), el protagonista, regresa por casualidad a su hogar después de una prolongada ausencia, sin embargo, queda atrapado en Jericho a causa del embate que funge como el catalizador de la historia, es decir, el conflicto que da inicio a la narración.

Jericho es una de las series más completas de la actualidad, pues combina el suspenso, con la acción, el amor e incluso en ocasiones, la comedia.

Es común ver después de una escena fuerte con un acontecimiento que nos deja al borde del asiento, una actuación cómica que aligera la tensión, o una manifestación amorosa que es obstaculizada ya sea por el destino o algún otro personaje.

Asimismo, es el programa televisivo que mejor maneja el suspenso, particularmente, si se le compara con otros programas como Heroes o Lost.

A diferencia de Heroes, que en su primera temporada tuvo episodios con puntos climáticos muy álgidos que en el capítulo final no pudo mantener, el desenlace de la primera temporada de Jericho fue constante y dejó muchas interrogantes abiertas.

En él sus creadores, Jonathan A. Steinberg y Josh Schaer, mataron a uno de los personajes más carismáticos: Johnston Green (Gerald McRaney), no obstante, la forma en que dejó de existir, dejó mucho que desear.

¿Por qué no mataron a Gail (Pamela Reed) (la esposa) en su lugar? es una pregunta que surgió en mi mente al termino del capítulo, y después de reflexionar, llegue a la conclusión de que la madre de la familia Green será una pieza fundamental para crear conflictos, particularmente por la naturaleza inestable de su personaje.

Aunque en ocasiones es una mujer muy sensata, en otras actúa de forma sumamente inmadura, mientras que Johnston simbolizaba el arquetipo del líder.

Su muerte también dará más peso a Jake, quien se convertirá en el sostén de Jericho, especialmente ahora que el conflicto se encuentra bifurcado en dos líneas: la guerra con el pueblo de New Bern y el acecho de uno de los perpetradores del ataque.

Otros elementos que añaden suspenso e intriga a la historia es que descubrimos que uno de los “terroristas” es el antiguo secretario de Defensa y ahora jefe del nuevo Estado norteamericano y que además tiene su vista puesta en el pueblo.

Es un pueblo que esconde un fatídico secreto: la posesión de una bomba que debió destrozar Ohio y no lo hizo, ¿quién es el responsable? Robert Hawkins (Lennie James), el personaje que más ha evolucionado en la serie al transformarse de sospechoso en héroe, y sólo Jake lo sabe.

Con respecto al amor, este joven se enfrentará a un dilema cuando descubra que Heather (Sprague Grayden) está viva; la pregunta es si la escogerá a ella, o se quedará con Emily (Ashley Scott).

Jericho es un programa que ha conmocionado a muchos, tanto al interior de EU, como fuera, es pionera en la televisión, pues es la primera que toca una temática tan sensible como una catástrofe nuclear, especialmente después del 9/11.

Es una lástima que Universal Channel no repita la transmisión de la primera temporada.

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