Blog dedicado al cine, la música, la televisión, el teatro y sus personajes; a la magia del espectáculo

viernes, 31 de diciembre de 2010

"El listón blanco"


“El listón blanco” (“Das weisse Band”) es una obra maestra. Simple y sencillo.

Su desenvoltura aparentemente apacible, enmarcada con una fotografía magistral, perfecta, en blanco y negro (aunque originalmente la cinta fue filmada a color y posteriormente trasladada a los claroscuros) narra un horror que trasciende la violencia gráfica.

Michael Haneke, un experto para retratar la violencia tal como lo demostró en las crudas “Funny Games” (1997) y “La Pianista (2001), en 2009 realizó “El listón blanco”, filme que se irguió con la Palma de Oro en Cannes en ese año.

Lentamente, por medio de planos estáticos y de la narración en voz en off de un anciano maestro de escuela que atestiguó los hechos en carne propia, Haeneke nos introduce en la “tranquila” vida de un pueblo luterano del norte de Alemania.

En ese lugar, en donde los moradores llevan una vida recta y son dominados por el pastor y el barón de la comunidad, atroces crímenes ocurren, despertando consternación en los personajes y en el público. Pero este último quedará aún más marcado por las monstruosidades que ocurren al interior de esas casas en apariencia perfectas.

La historia acaece poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, del asesinato del archiduque de Austria, Francisco Fernando; sin embargo, el pueblo vivía en secreto su propia batalla silente.

El conflicto se propaga en tres horizontes, todos conectados entre sí.

En primer lugar, en el pueblo se desatan hechos violentos en medio de una tremebunda calma: niños son golpeados, abusados, o personas sufren mortales accidentes provocados por una mano invisible, pero que es sugerida durante todo el filme por la lente y dirección de Haneke. Mientras tanto, los habitantes yacen temerosos y expectantes.

En segundo lugar, niños y mujeres son oprimidos y violentados psicológicamente, son humillados y orillados a llevar un comportamiento impecable por parte de los hipócritas modelos de autoridad.

Algunos, como los hijos del pastor, deben portar en el brazo o en el cabello un listón blanco como símbolo de pureza. Esos mismos niños que un par de décadas más tarde portarían con orgullo la suástica nazi y cometerían crímenes de lesa humanidad aún más pavorosos que los planteados en el filme.

Y, en tercer lugar, los retorcidos y fanáticos personajes adultos que mediante un método educativo abusivo nunca mostrado por la cámara, velado y tal como se hacía, a puertas cerradas, dejan entrever el funcionamiento de la sociedad alemana de entonces.

La perfección de las casas y la cordialidad que mostraban los pobladores puertas afuera solamente escondía la podredumbre que se vivía al interior, y que sirvió de semillero de la maldad y la violencia que posteriormente dominó al país germano con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Una completa metáfora visual.

Personajes complejos, actuaciones sutiles que con un gesto o una mirada desvelan más información que los diálogos que sostienen, y una dirección precisa hacen que “El listón blanco” sea una obra grande, profunda, atemorizante.

No por nada fue nominada al Óscar como mejor película extranjera –perdió ante la argentina “El Secreto de sus Ojos”, de Juan José Campanella–, reconocida en Cannes y algunos expertos vaticinan que es el mejor trabajo de Haneke, pues les parece complicado que la supere.

Aprovechen que ahora gracias a Canana se proyecta en algunas salas de cine mexicanas de Cinemex y de la Cineteca Nacional.

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“Tron”, ¿mejor que “Avatar”?


En 1982 se estrenaría una película que desafiaría los límites de la cinematografía del momento y presentaría efectos especiales hasta entonces inimaginables y, además, ¡hechos en computadora!

Kevin Flynn (Jeff Bridges), un hacker en busca de justicia y de que se le reconociera como el creador de unos exitosos videojuegos, es abducido al interior de una computadora, en donde sólo con la ayuda de Tron (Bruce Boxleitner), un programa que defiende a los usuarios, puede derrotar al control maestro (David Warner) para volver a la realidad.

La cinta en cuestión era “Tron”, de Steve Lisberger, y en la década de los 80 fue incomprendida por el gran público, sin alcanzar tampoco éxito en la taquilla; al final terminó convirtiéndose en un filme de culto apreciado sólo por los amantes de la tecnología.

Tuvieron que pasar 28 años para que la historia de Flynn regresara a la pantalla grande trasgrediendo de nueva cuenta los límites y obsequiándonos un despliegue visual pocas veces visto en el séptimo arte.

Viendo su potencial comercial, Disney desembolsó ni más ni menos que 170 millones de dólares (mdd) para la producción de “Tron, el legado” (“Tron Legacy”), la cual requirió de 50 mdd y 68 semanas para llevar a cabo su post producción.

Además, requirió de la participación de cinco estudios de efectos especiales de entre los cuales destaca uno, el mexicano Ollin Studios.

Esta secuela, que nos permite conocer el paradero de Flynn casi tres décadas más tarde, se realizó bajo la batuta del joven director Joseph Kosinski y contó con la participación de Lisberger –quien también escribió la primera– como productor.

“Tron, el legado” no se centra del todo el Flynn, sino en su hijo Sam (Garret Hedlund), quien, ya con 27 años y siendo heredero de la compañía de su padre, Enron, aún se lamenta la repentina desaparición de Kevin 20 años atrás.

Por azares del destino –¿o a causa de un maquiavélico plan?– Sam entra al Grid, el mundo al interior de la computadora, en donde descubre que su papá ha estado atrapado durante todo ese tiempo.

En ese mundo, Clu, el alter ego de Kevin –también interpretado por Bridges–, domina al resto de los programas y desea el disco de su creador, el cual contiene todos sus conocimientos, pues es el equivalente a su disco duro.

Mientras tanto, Sam, su papá y la aprendiz de éste, Quorra (Olivia Wilde), intentarán escapar del mundo alterno del Grid. La pregunta es ¿lo lograrán?

Uno de los aspectos más sobresalientes de la cinta, además de sus efectos especiales tanto en la versión 2D, como en la 3D (la cual su equipo calificó como mejor que la de “Avatar”, ya que contaron con tecnología más avanzada para realizarla), fue la actuación de Bridges.

No por nada ganó el Óscar el año pasado por su interpretación en “Loco Corazón” (“Crazy Heart”) y en esta película vuelve a mostrar sus dotes al encarnar a Flynn, un hombre de su edad, y a Clu, una versión más joven de él mismo, tal como lucía en la primera cinta.

¿Y cómo se realizó esto? Primero, Jeff actuó sus escenas como Clu sin maquillaje ni vestuario, en una habitación, en donde sus gestos fueron captados en “stop motion” por una máquina. A la par, John Reardon, su doble de cuerpo actuaba las escenas, para posteriormente añadir la cara de Bridges al cuerpo del segundo.

Esta es la primera vez que se logra revitalizar un rostro e insertarlo en otro cuerpo en 3D. ¿Cómo te quedó el ojo, James Cameron?

“Tron, el legado” es una cinta que se centra en el reencuentro y la relación entre padre e hijo y la importancia de este vínculo en la vida de ambos. Asimismo, gracias a diversas secuencias llenas de heroísmo, da un fiel testimonio de sacrificio y abnegación, valores que ciertamente hacen falta en el mundo moderno.

Es apta para toda la familia y probablemente sólo sean dos las escenas que requieran la intervención de los padres: el suicidio de un programa una vez que Sam ya está en el Grid y lo que ocurre cuando el protagonista entra a un “club nocturno”.

La cinta no se ampara solamente en los efectos especiales, sino que también tiene una historia medianamente sólida sobre la cual sostenerse y en la que se hacen diversos homenajes al filme previo. Lamentablemente, en el renglón que falla es que a pesar de ser una película de acción tiene problemas con el ritmo.

Aún así, en términos generales vale la pena ver este Blockbuster que literalmente lleva al cine a otra dimensión. ¿Se atreverán a adentrarse en el Grid si aún no lo han hecho?

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jueves, 30 de diciembre de 2010

¡Vuelven los festivales de cine al DF!


Este año prácticamente ha terminado y, en términos generales, fue muy bueno para la industria cinematográfica y para el cine mexicano, a pesar de que debió lidiar con un problema mayúsculo como la crisis económica.

Sin embargo, 2011 al parecer iniciará con el pie derecho y continuará con la buena racha. ¿Por qué? Porque en el mes de febrero se llevarán a cabo dos festivales de cine que tendrán como sede la capital mexicana.

Tras la desaparición del Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México (Ficco), las secretarías de Cultura y Turismo del Distrito Federal pusieron manos a la obra, no quitaron el dedo del renglón y finalmente lanzarán el Festival Internacional de Cine de la Ciudad de México (FICC México).

Este encuentro contará con 120 filmes y tendrá como país invitado a Cuba, por lo que se presentará un ciclo especial de cine cubano; su objetivo, de acuerdo con Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura capitalina, es ser un foro para apoyar y difundir filmes de calidad.

Pero no todo girará en torno a Cuba, sino que también se presentarán cintas nacionales y de otras partes de Iberoamérica. De ahí que Cepeda espera que sea un festival más grande que el Ficco, pero eso dependerá de su avance.

Además de la proyección de películas, el FICC México impulsará la reflexión sobre los problemas que rodean a la industria, por lo que también se llevará a cabo un seminario en el que participarán renombradas figuras del ámbito cinematográfico de otros países.

El objetivo es entablar un diálogo tanto con creadores como con legisladores para conocer experiencias que han resultado fructíferas en el mundo del séptimo arte. 

Este festival se llevará a cabo del 4 al 13 de febrero de 2011.

El segundo encuentro cinematográfico que tendrá lugar en el Distrito Federal es el Festival Internacional de Cine de la Universidad Nacional Autónoma de México (FICUNAM), que será del 24 de febrero al 3 de marzo.

En esta primera edición, el encuentro presenta dos secciones en competencia: la Selección Oficial, en la que se proyectarán trabajos internacionales, y la sección Aciertos, Encuentro Internacional de Escuelas de Cine, espacio en donde competirán los trabajos de diversas escuelas cinematográficas nacionales y extranjeras.

Entre las secciones que no están en competencia se encuentran: Trazos, donde se mostrarán las tendencias del cine contemporáneo; Retrospectivas, en la que se proyectará la trayectoria de un autor, un tema o un país específico; Ahora México, que exhibirá filmes mexicanos producidos en 2010, y Territorios, donde se presentará una retrospectiva y una exhibición de un cineasta que haya incursionado en alguna otra disciplina artística.

FICUNAM también contará con la presencia de diversas personalidades del cine y directores que dialogarán con el público al término de la presentación de su película, y entre las actividades paralelas al festival se llevarán a cabo la Cátedra Ingmar Bergman y el Coloquio de Cine Contemporáneo

Asimismo, se restaurará una película que forma parte de nuestro patrimonio cultural y se proyectarán funciones nocturnas al aire libre y gratuitas para todo público.

FICUNAM es un proyecto apoyado por la Coordinación de Difusión Cultural UNAM, la Dirección General de Actividades Cinematográficas (Filmoteca) y por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC).

¡Así que ya lo saben, aparten febrero de 2011, pues será el mes del cine en el DF!

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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Teena Marie, el R&B pierde su “soul”


La voz de una grande del “Rythm and Blues” (“R&B”) ha dejado de resonar. Se trata de Teena Marie, o la “Reina de Marfil (a causa del color de su piel) del Soul”, como también era conocida, aunque su nombre original era Mary Christine Brockert.

Con tan solo 54 años de edad, esta mujer blanca, pero poseedora de una voz y “soul” característicos de la raza negra, murió el pasado fin de semana en su domicilio, en el sudeste de Los Ángeles, y fue encontrada por su hija el día de Navidad.

¿Pero quién era esta grande que lanzó su primer disco con la legendaria firma de soul y R&B, Motown Records?

Tenna Marie nació en California, Estados Unidos, en Santa Mónica, en el año de 1956. Creció en el barrio de Venice Harlem, en donde convivió estrechamente con la comunidad negra, lazo que se incrementó gracias a la influencia de su madrina.

Aunque no fue la primera mujer blanca en cantar soul, sí fue una de las más respetadas, incluso por el público afroamericano. Todo comenzó en 1979, cuando de la mano de Motown debutó, convirtiéndose en uno de los pocos casos de artistas blancos firmados por la disquera.

Entre los artistas más destacados de la casa resaltaban nombres como Stevie Wonder, Los Jackson Five, Las Supremes y Marvin Gaye, entre otros.

De hecho, fue a causa de la barrera racial que la portada su primer álbum, “Wild and Peaceful” no mostraba su imagen, para que el público no se percatara de que aquella fuerte voz con influencia de gospel fuera la de una mujer “de marfil”.

No obstante, la voz y el talento de Marie trascendieron los obstáculos y fue con “I’m a Sucker for Your Love” que obtuvo su primer “hit” musical, lo que cimentaría su camino como una gran cantante y compositora que produjo una enorme cantidad de canciones de amor.

Posteriormente lanzó su segundo material discográfico: “Lady T”, apodo con el cual también se le identificaría. En total grabó 13 álbumes gracias a los que logró ser nominada en cuatro ocasiones a los premios Grammy.

Entre sus más grandes éxitos se encuentran “Need Your Lovin”, “Behind the Groove”, “Ooh, la, la, la”, "Cassanova Brown" "Portuguese Love" y "Deja Vu (I've Been Here Before)", cuyas letras mostraban complejos pensamientos que no se limitaban a contar simples historias de amor.

Pronto, además de alcanzar la fama, Marie se convirtió en la protegida del músico y productor de disco, funk y soul Rick James, con quien además de sostener un romance, cantó a dueto “Fire and Desire”, pieza que es considerada una obra maestra. 


En 1982 Marie dejó su hogar musical: Motown. Pero no sólo se marchó, sino que incluso demandó a la disquera y ganó “la batalla”, pues el veredicto derivó en una ley que prohibía que las casas disqueras retuvieran a un artista sin lanzar su música; se trató de la “Teena Marie Bill”.

La reina del soul entonces se mudó a Epic, con la que trabajó en la década de los 80 lanzando éxitos, como “Lovegirl”. Sin embargo, no alcanzaría la cúspide de la misma forma en que lo hizo en sus años en Motown.

Aun así continuó grabando discos y ofreciendo conciertos después de superar una adicción a medicamentos. En la década de los 90 sacó al mercado “Ivory” y “Passion Play”, y en 2004 y 2006 lanzó dos álbumes más, “La Dona” y “Sapphire”, bajo la batuta de Cash Money Records; ambos fueron bien recibidos.

Hasta el momento de escribir estas líneas la causa de su muerte no ha sido esclarecida.

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martes, 28 de diciembre de 2010

Cine, música y TV, lo mejor de 2010


Te cuento breves del espectáculo:

Comienzo con música. Como cada diciembre diversas revistas y sitios especializados en música hacen una lista con los mejores discos del año, independientemente de si su género es pop, rock, hip-hop, R&B u otro.

Aquí les presento los más mencionados por especialistas como “Rolling Stone”, Amazon, Spin, Mojo, iTunes, Mix Up, AllMusic y Entertainment Weekley, gracias a su buena producción, popularidad, recomendaciones de la crítica y del público en general.

La lista la conforman: “Recovery”, de Eminem; “Plastic Beach”, de Gorillaz; “On the rock”, de Andrés Calamaro; “Raymond vs. Raymond” y “Versus”, de Usher; “P.A.R.C.E.”, de Juanes; “Congratulations”, de MGMT; “Here lies love”, de David Byrne y Fatboy Slim; “Loud”, de Rihanna; “The Suburbs”, de Arcade Fire; “Entren los que quieran”, de Calle 13.

También se encuentran: “Come Around Sundown”, de Kings of Leon; “Brothers”, de The Black Keys; “La Marcha de la Vida”, de Benny; “The Beginning”, de Black Eyed Peas; “My Dark Twisted Fantasy”, de Kanye West; “Amante de lo Bueno”, de María José, Todos los volúmenes de la serie de TV Glee; “Maya”, de M.I.A.; “A Son de Guerra”, de Juan Luis Guerra y “Pink Friday”, de Nicki Minaj.


En televisión, de acuerdo con el American Film Institute, los 10 mejores programas de la televisión estadounidense en 2010 fueron: “The Big C”, “Boardwalk Empire”, “Breaking Bad”, “Glee”, “Mad Men”, “Modern Family”, “The Pacific”, “Temple Grandin”, “30 Rock” y “The Walking Dead”.
Mientras que en cine, según el mismo instituto, entre las 10 mejores producciones estadounidenses del año están: “El Origen”, “Toy Story 3”, “Red Social”, “True Grit”, “Black Swan”, “Atracción Peligrosa”, “The Fighter”, “The Kids Are All Right”, “127 Hours” y “Winter's Bone”.

El American Film Institute sólo menciona las mejores pelis, pero no en un orden específico.

En cuanto a México, las películas más vistas en nuestras salas de cine fueron: “Toy Story” 3, la cual recaudó 777 millones 182 mil 402 pesos en taquilla y tuvo más de 14 millones de espectadores. Le siguieron “Alicia en el país de las maravillas”, “Shrek”, “Avatar” (sólo contando los ingresos de 2010, ya que se estrenó a finales de 2009), “Harry Potter, las reliquias de la muerte”; “Furia de Titanes”, “Iron Man 2” y “El Príncipe de Persia”.

En cuanto a las producciones nacionales, la que más ganancias obtuvo fue “No eres tú, soy yo”, con 125 millones 645 mil 814 pesos y dos millones 904 mil 625 espectadores.

Le siguieron “El Infierno”, “Hidalgo, la historia jamás contada”; “Abel”, “Biutiful”, “Te presento a Laura”, “Regresa”, “HIM: más allá de la luz”, “Brijes” y “El Atentado”.

Además, de acuerdo con Alejandro Ramírez Magaña, titular de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), el cine mexicano estrenó 43 películas, lo que representó el 5.6 por ciento de la taquilla total y 16 por ciento más que el año pasado.

Por lo que a pesar de la crisis la gente siguió yendo al cine. Los datos oficiales indican que este año 190.9 millones de espectadores acudieron a las salas de cine del país, 6.2 por ciento más que en 2009.

Mientras que el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) reportó que el mes de septiembre pasado se hizo historia, pues se rompió el récord de asistencia al cine para ver pelis mexicanas.

De acuerdo con la directora del instituto, Marina Stavenhagen, esto se debió a las cintas realizadas con recursos del gobierno para conmemorar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución.

Entre las que se encuentran: “Chicogrande”, de Felipe Cazals, “El atentado”, de Jorge Fons, “El infierno” de Luis Estrada, “Hidalgo, la historia jamás contada”, de Antonio Serrano, “Revolución”, y “La Cámara Casasola”, de Carlos Rodrigo Montes de Oca.
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lunes, 27 de diciembre de 2010

Las mejores canciones de 2010: "Rolling Stone"

¡Hola a todos!, como saben, fin de año es la época propicia para comenzar a hacer listas de lo mejor y peor de los 365 días que acabamos de recorrer. Por eso aquí les dejo la lista de "Rolling Stone, en la que enumera las mejores canciones de 2010. Enjoy!

1. Kanye West ft. Pusha T: “Runaway”
2. Cee Lo Green – “F*ck You”
3. Sade – “Soldier of Love”
4. Katy Perry – “Teenage Dream”
5. Arcade Fire – “We Used To Wait”
6. Mavis Staples – “You Are Not Alone”
7. Vampire Weekend – “White Sky”
8. Janelle Monae ft. Big Boi – “Tightrope”
9. Broken Bells – “The Ghost Inside”
10. Kanye West feat. Jay-Z, Rick Ross, Nicki Minaj and Bon Iver – “Monster”
 11. The Black Keys – “Everlasting Light”
12. Mark Ronson and the Business International feat. Q-Tip and MNDR – “Bang Bang Bang”
13. The Dead Weather – “Hustle and Cuss”
14. Big Boi ft. Cutty – “Shutterbug”
15. Drake – “Over”
16. Cold War Kids – “Coffee Spoon”
17. LCD Soundystem – “I Can Change”
18. Jenny and Johnny – “Scissor Runner”
19. The New Pornographers – “Your Hands (Together)”
20. Best Coast – “Boyfriend”
21. Sleigh Bells – “Infinity Guitars”
22. Rick Ross ft. Styles P – “BMF (Blowin; Money Fast”
23. Jamey Johnson – “Macon”
24. Eminem – “Not Afraid”
25. Nicki Minaj – “Did It On ‘Em”
 26. Robyn – “Dancing On My Own”
27. The National – “Bloodbuzz Ohio”
28. Band of Horses – “Laredo”
29. Tom Petty and the Heartbreakers – “The Trip to Pirate’s Cove”
30. Jakob Dylan – “Nothing But the Whole Wide World”
31. Gil Scott-Heron – “I’m New Here”
32. Die Antwoord – “Enter The Ninja”
33. Wavves – “Post Acid”
34. Gorillaz ft. Mos Def and Bobby Womack – “Stylo”
35. Massive Attack ft. Hope Sandoval – “Paradise Circus”
36. Drake ft. Nicki Minaj – “Up All Night”
37. Lloyd Banks ft. Juelz Santana – “Beamer, Benz or Bentley”
38. Spoon – “The Mystery Zone”
39. The Gaslight Anthem – “The Diamond Church Street Choir”
40. Kanye West – “Power”
41. Junip – “In Every Direction”
42. Surfer Blood – “Floating Vibes”
43. B.o.B. ft. Bruno Mars – “Nothing on You”
44. Neil Young – “Love and War”
45. The Rolling Stones – “Plundered My Soul”
46. MGMT – “Congratulations”
47. Kid Rock – “Born Free”
48. Das Racist – “hahahaha jk?”
49. Elizabeth Cook – “El Camino”
50. Ke$ha – “We R Who We R”

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miércoles, 22 de diciembre de 2010

Marcelino, inocencia que inspira

Desafía la corriente de violencia, lujuria y malas palabras que domina el séptimo arte mexicano y es una producción que queda como “anillo al dedo” en esta temporada navideña.

Se trata de “Marcelino, pan y vino”, del director José Luis Gutiérrez, quien realizó un remake de la historia que en 1955 el cineasta húngaro Ladislao Vajda llevó a la pantalla grande, con Pablito Calvo en el papel de Marcelino. Ésta, a su vez, se basaba en el libro de José María Sánchez Silva.

"De primera instancia, puede parecer oportunista hacer un remake de un clásico, un melodrama que nos llega como mexicanos, como católicos, y que se pudiera pensar que sería un éxito por el simple hecho de rehacerlo”, comentó Gutiérrez.

Pero a diferencia de la versión original y aprovechando que 2010 fue el año en que se conmemoró el inicio de la gesta revolucionaria, la cinta se enmarca en el contexto de la Revolución Mexicana, pues la primera se desarrolló en medio de una guerra civil, aunque no era tan evidente.

Asimismo, ahora cuenta con dos personajes femeninos de gran relevancia para la trama; y a pesar de que en el drama original Marcelino tenía un amigo imaginario, Manuel, en el “remake” este pequeño es de carne y hueso: Eleuterio (Omar Alexis).

Otra de las diferencias del proyecto mexicano es que en la primera versión, durante el encuentro entre Cristo y Marcelino se ve cómo el primero se desclava de la cruz, toma que fue descartada en el filme de Gutiérrez.

Por otro lado, el villano de esta historia no es el alcalde del pueblo, sino un revolucionario que debe lidiar con una enorme pena. Y finalmente, aunque en la cinta clásica Marcelino es picado por un alacrán, en ésta es mordido por una serpiente.

"Este cambio responde a la geografía del lugar. Los alacranes mortales están en el norte del país, y un niño, incluso así de pequeño, puede sobrevivir a su piquete, pero no al de una víbora de cascabel; por eso, decidimos que lo correcto era hacer el cambio", precisó el director. 

Es así que Gutiérrez retomó las bases de la cinta de Vajda, aunque también le añadió uno que otro toque para que se centrara en los dramas personales de los personajes, en su lado humano, más que en el aspecto religioso.

El argumento es esencialmente el mismo que ya conocemos: un pequeño huérfano es abandonado a las puertas de un convento en donde moran 12 frailes franciscanos.

Aunque en un principio Fray Puerta (Gerardo Moscoso) quiere entregarlo a una familia para que el niño tenga papá y mamá, las circunstancias les orillan a criar al niño en el monasterio.

Al crecer, Marcelino (Mark Hernández) se convierte en un pequeño travieso acostumbrado a jugar en el exterior con su amigo Eleuterio; pero tras ser mordido por una víbora y con la llegada del ejército que recrudece el peligro en la zona, es obligado a permanecer encerrado dentro de su hogar.

Los frailes también deben protegerlo de Eleuterio, un revolucionario que, cegado por un gran dolor, quiere llevarse al niño, raptarlo del convento; mientras que Marcelino sólo tiene un deseo en la vida: conocer a su mamá.

Es entonces cuando, conmovido por “el hombre del desván”, el pequeño hace palpable su inocencia y generosidad y le comparte de la poca comida que administra Fray Papilla (Gastón Peterson), la cual extrae a “hurtadillas” y por lo que recibe el nombre de “Marcelino pan y vino”.

En el filme también participan Alejandro Tomassi, Jorge Lavat y Teresa Ruiz.

Aunque en términos cinematográficos tiene uno que otro traspié, lo más valioso de esta película es su mensaje, pues se trata de una historia conmovedora, pura, llena de inocencia que nos impulsa a ser más generosos con quienes nos rodean.

Es altamente recomendable verla en compañía de la familia, en especial de los más pequeños, quienes pueden aprender mucho de Marcelino y su afán de compartir, pues poco a poco transforma a quienes lo rodean –o incluso a quienes lo miran en pantalla–.

El filme está en sintonía con lo que han logrado otras cintas que se esfuerzan por transmitir valores y mensajes positivos, tal como el año pasado hicieron “Un sueño posible” (“The Blind Side”), de John Lee Hancock y “El Estudiante”, de Roberto Girault.

Son películas que nos emocionan, enchinan la piel y nos inspiran en tiempos de crisis, violencia y egoísmo. “Marcelino Pan y Vino” nos ayudará redescubrir el verdadero significado de la Navidad o lo reforzará en caso de que estemos conscientes de él. Por favor, no se la pierdan.

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Clooney, Bullock y Cuarón, en busca de la gravedad


Les cuento algunas breves del espectáculo:

Comienzo con cine. Eduardo Verástegui anda muy movido consiguiendo financiamiento mexicano para su nueva película “Little Boy”.

Es la peli sobre un niño que espera el regreso de su papá de la Segunda Guerra Mundial y en ella Verástegui interpreta a un sacerdote. El proyecto será dirigido por su guionista, Alejandro Gómez Monteverde.

Ésta será la segunda película hollywoodense de su productora, Metanoia Films, que ya nos regaló “Bella”.

Pero por si fuera poco, el ex Kairo tiene una meta en mente: ganar un Óscar y no se conforma con nada menos. De acuerdo con él, la cinta tiene potencial como para brillar en festivales, ya que el personaje de Little Boy permitirá que quien lo interprete demuestre todas sus emociones, por lo que bien podría ganarse una estatuilla como Mejor Actor.

Por ello, buscará hacerse de un gran elenco, en los planes está Mark Wahlberg, pero aún no hay nada confirmado. La otra meta de Verástegui es comenzar la preproducción en enero y el rodaje en mayo entrante.

También en cine, resulta que Alfonso Cuarón ya tiene al actor que reemplazará a Robert Downey Jr. en su próxima película: “Gravity”. Es ni más ni menos que George Clooney, quien protagonizará el filme al lado de Sandra Bullock.

Nada mal, si tomamos en cuenta que ambos han ganado un Óscar por sus actuaciones. El filme es de ciencia ficción y en él Bullock interpretará a una astronauta. ¡Bien por Cuarón! Ojalá que “Gravity” sea tan exitosa como lo fue su filme anterior: “Niños del Hombre”.

En otros temas, fin de año es el momento en el que arrancan las nominaciones para los grandes premios del cine. Ahora fue el turno de conocer a los nominados a los Golden Globes y de todos ellos uno es el que más llama la atención.

Se trata de la nominación de “Biutiful” de Alejandro González Iñárritu, como mejor película extranjera. Ésta compite con: la francesa “The Concert”, la italiana “I am love”, la danesa “In a better World” y la rusa “The Edge”. Pero “El Negro” afirma que no ha tenido tiempo de ver cine, por lo que desconoce a su competencia.

Por otro lado, llama la atención que muchos de los nominados a los Emmy repitieron la hazaña en los Globos de Oro, particularmente en televisión. Pero veamos las categorías más importantes.

Dentro de Mejor Película, las nominadas fueron: “Black Swan”, de Darren Aronofsky; “The Fighter”, de David O. Russell; “Inception”, de Christopher Nolan; “The King’s Speech”, de Tom Hopper, y “The Social Network”, de David Fincher. Además, cada uno de estos cineastas fue nominado a Mejor Director.

Entre las mejores películas de comedia o musical, se colaron: “Alice in Wonderland”, “Burlesque”, “The Kids are all right”, “RED” y “The Tourist”. Las candidatas a mejor animación son: “Mi villano favorito”, “Cómo entrenar a tu dragón”, “El ilusionista”, “Enredados” y “Toy Story 3”.

Como mejor drama televisivo compiten: “Broadwalk Empire”, “Dexter”, “The Good Wife”, “Mad Men” y “The Walking Dead”. Mientras que por mejor comedia de TV se encuentran: “30 Rock”, “The Big Bang Theory”, “The Big C”, “Glee”, “Modern Family” y “Nurse Jackie”.

Finalmente, se dio a conocer la lista de nominados a los Critic Choice Awards, en donde junto con “Black Swan”, también fueron nominados a Mejor Cinta: “127 hours”, de Danny Boyle; “The Town”, de Ben Affleck; “Toy Story 3”, de Lee Unkrich; “True Grit”, de Ethan y Joel Coen; “Winter’s Bone”, de Debra Granik, y repitieron “The Fighter”, “Inception”, “The King’s Speech” y “The Social Network”.

“Black Swan” fue la más nominada, con 13 candidaturas, seguida por “The King’s Speech” y “True Grit”, con 11 cada una.

Finalmente, en televisión, el jueves 16 de diciembre se cerró un capítulo importante en EU, con la transmisión del último episodio de “Larry King Live”. Tras 25 de protagonizar la programación nocturna de CNN, Larry King, el entrevistador más importante de EU, se despidió del aire y “colgó sus tirantes”.

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domingo, 19 de diciembre de 2010

Truffaut: la nueva ola del cine francés


Después de haber sido uno de los precursores de la "Nouvelle vague", en castellano "nueva ola francesa", los restos de este director, guionista, actor y crítico francés yacen en el Cementerio de Montmartre, en París, desde mediados de los 80.

Francois Truffaut nació el 6 de febrero de 1932, hijo de una madre soltera, Jeanine de Montferrand, que trabajaba como secretaria; nunca conoció a su padre biológico, y fue criado por su padrastro: Roland Truffaut.

El resentimiento que Truffaut percibía de su madre hacia él y su verdadero padre lo marcó en diversos sentidos; éste puede constatarse a lo largo de su filmografía, ya que muchas de sus cintas tienen algo de autobiográfico.

De ese rechazo también se desprende su naturaleza rebelde: no era un buen estudiante, aunque sí un ávido lector; prefería pasar las horas de clase en el cine; fundó un cineclub que lo único que le dejó fueron deudas, y una serie de hurtos lo mandaron a la correccional de menores.

Asimismo, aunque se enlistó en el ejército y fue enviado a Alemania, finalmente desertó, por lo que terminó en una prisión militar.

Un hombre que sería fundamental en su vida fue el crítico de cine André Bazin, gracias a quien trabajó en “Travail et Culture”; más tarde también publicó críticas en “Cahiers du cinéma”.

Ya para 1954 Truffaut realizó su primer cortometraje, dos años más tarde estaría convertido en el ayudante de dirección del mismísimo Roberto Rossellini, uno de los directores más importantes de la corriente cinematográfica conocida como neorrealismo italiano. 

Así fue como comenzó el viaje de este aclamado director, que ese mismo año dirigió “Les Mistons” (“Los Golfillos”) para continuar el camino con “Les Quatre Cents Coups” (“Los 400 golpes”), la cual sentaría las bases del movimiento de la nueva ola francesa y saldría premiada en Cannes.

¿Y en qué consistía esta nueva ola?

Cansados del academicismo, y los convencionalismos del “cine de calidad” francés y con un neorrealismo italiano en declive que retrataba la crudeza de la guerra y la posguerra tras el conflicto derivado del nazismo, se manifiesta una actitud crítica mucho más individualista y que busca romper con lo clásico.

“Los 400 golpes” fue un éxito en la taquill, además que inició una saga en la que aparece el personaje de Antoine Doinel, interpretado por Jean-Pierre Léaud, y el cual, se dice, es el alter ego del mismo Truffaut. La serie continúa con “El amor a los 20 años”, “Besos robados”, “Domicilio conyugal” y “El amor en fuga”.

La pasión del director por la lectura le motivó a llevar a la pantalla grande diversas obras, como: “La novia vestida de negro” y “La sirena del Mississippi”, de William Irish, “Vivamente el domingo”, de Charles Williams, y “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury, entre otras.

Sin embargo, “Jules et Jim” (“Jules y Jim”), basada en la novela de Henri-Pierre Roché y realizada en 1961, es considerada su mejor película, una obra clásica de la cinematografía francesa.

A pesar de ello, el filme con el que obtuvo el mayor reconocimiento fue  “La noche americana”, con la que se hizo acreedor al Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1973, la cual es un auténtico homenaje al cine.

Francois Truffaut, además de dirigir y escribir guiones, actuó en algunos de sus proyectos, como en la recién mencionada “La noche americana”, “La habitación verde” y “El pequeño salvaje”. Pero también apareció en “Encuentros cercanos del tercer tipo”, de Steven Spielberg.

Como escritor una de sus obras más destacadas es la biografía de un cineasta al que admiraba profundamente: Alfred Hitchcock.

En 1983, Truffaut fue diagnosticado con un tumor en la cabeza y, finalmente, el 21 de octubre de 1984 abandonaría este mundo a los 52 años de edad, pero nos dejaría un legado que hasta la fecha conservamos: una nueva corriente cinematográfica, que en su momento fue disruptiva.

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Scott Pilgrim: Lo que hace un hombre por una mujer



Irreverencia y mucha creatividad son los dos adjetivos que mejor definen una película tan original como "Scott Pilgrim vs. los ex de la Chica de sus Sueños" ("Scott Pilgrim vs. the World"), la cual, por su estética que combina los videojuegos y el cómic, no es apta para todo público.

Pero sin lugar a dudas, los "gamers", especialmente los aficionados a juegos como "The Legend of Zelda: A Link to the Past", "Mario Bros" y "Street Fighter", entre otros, disfrutarán los diversos homenajes que se les rinden a lo largo de los 112 minutos que dura la cinta.

Egdar Wright, director y guionista de la película, crea una atmósfera apegada al cómic, gracias a que junto con su co guionista, Michael Bacall, trabajó de la mano con el creador de la historieta, Bryan Lee O’Malley. De hecho, este último les pidió su consentimiento para incluir algunos diálogos de la película en la versión final de los cómics.

“Scott Pilgrim…” es una alocada cinta en la que se presenta un mundo ficticio en el que ocurren los sucesos más bizarros, es una especie de videojuego en “live action”, que aunque podría perder credibilidad por sus situaciones tan bizarras, funciona gracias al tono que implanta este director que ya es considerado “de culto”.

Aunque podría ser un filme de acción enfocado únicamente a los adolescentes, lo cierto es que cualquier persona que en algún momento de su vida haya jugado un videojuego puede disfrutarla, ya que la historia trasciende al diseño de producción.

La película abarca las seis novelas gráficas de Lee O’Malley, por lo que en momentos su ritmo se ve afectado y el desarrollo se estanca, no obstante, Wright sabe cómo superar el bache y recupera al espectador a través de buenos efectos, batallas y mucha acción.

Y es que si hay algo sobre lo que vale la pena hacer hincapié es que este filme es un ejemplo perfecto de cómo los efectos visuales deben ser empelados. Éstos son un recurso más que sirven para darle un valor agregado a la historia y enfatizar ciertos puntos dramáticos, pero no como una salida fácil ante la falta de un guión sólido.

Bueno, pero tras este breve paréntesis, ¿sobre qué trata la película? Scott Pilgrim (Michael Cera) es un joven que vive en un extraño lugar… Toronto, Canadá; tiene 22 años, una banda de rock con sus amigos y una novia de 17, Knives Chau (Ellen Wong), a la que posteriormente abandona.

Todo parece ir de maravilla hasta que se encuentra con Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead), una extraña y enigmática chica a quien quiere conocer desesperadamente y en quien no deja de pensar.

Sin embargo, para poder convertirse en su siguiente novio, deberá luchar a muerte con cada uno de sus siete “ex”, siendo el siguiente más excéntrico que el anterior. ¿Scott podrá derribar a sus rivales a pesar de ser un joven enclenque, un “perdedor” convertido en héroe?

Aunque “Scott Pilgrim” es un filme que presenta violencia, ésta no es del estilo gore, sino moderada, y se expone en un contexto ficticio tan poco creíble e inverosímil que le resta impacto a la secuencias. De hecho hay escenas mucho más cruentas en otras películas de acción.

Sin embargo, en el plano en que la cinta es objetable es en su manejo poco serio de la homosexualidad, el lesbianismo y la infidelidad, que son abordados como un chiste, lo que podría provocar confusión en algunos jóvenes, por lo que se recomienda la mediación de los padres en este aspecto.

Además, hay una escena explícita de un beso entre dos hombres y diversos indicios de tríos masculinos.

“Scott Pilgrim…” no es una cinta apta para todo el público por su irreverencia, pero sí es uno de los contados ejemplos de una buena adaptación de una novela gráfica a la pantalla grande. ¿Quieres entrar a su peculiar mundo?

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Eric Clapton viaja al pasado


Fueron cinco los años que Eric Clapton se mantuvo en silencio, pero este 2010 sus acordes y riffs volvieron a rugir, gracias al lanzamiento de su nuevo material: "Clapton", su 19 disco de estudio.

Este álbum se compone de compilaciones y de material inédito; combina sus temas musicales favoritos con dos completamente nuevos, y por si fuera poco, vuelve a sus raíces: el blues, género que lo apasionaba desde que era un estudiante.

Este compositor, guitarrista y cantante, oriundo de Gran Bretaña, a sus 65 años sigue siendo considerado un ícono del rock y tras haber hecho grandes aportaciones al mundo de la música, con joyas como “Tears in Heaven”, ahora decide rendir tributo a otros grandes como él.

Ese es justamente el objetivo de “Clapton”, aunque, en palabras del mismo intérprete: “este álbum no estaba contemplado. De hecho es mejor de lo que se esperaba porque, en alguna medida, sólo dejé que fluyera. Es una colección ecléctica de canciones que no estaban en el mapa, y me gustó tanto porque es una sorpresa para los fans, porque fue una sorpresa para mí también”.

Y es que track a track va entretejiendo esta sorpresa en la que percibimos a un Clapton, como él bien dice, ecléctico, pero también versátil y pleno, que transita entre la melodía del blues, la energía del rock & roll, y la autenticidad del country.

Por si fuera poco deleitarnos con la musicalidad de la guitarra “claptoniana” al hilvanar estos sonidos, también cuenta con las colaboraciones de la cantante Sheryl Crow; el compositor de R&B, Allen Toussaint; el pianista Walt Richmond, el jazzista Wynton Marsalis, el guitarrista y compositor Derek Trucks, el rockero Steve Winwood y el músico de estudio Jim Keltner.

La producción abre con la garra de “Traveling Alone”, que hiciera grande “Lil’ Son” (Little Son) Jackson, la cual es la puerta para un viaje lleno de “feeling”, esencia y la naturalidad que emana de quienes nacieron para entregarse al mundo mediante la música.

“Run Back to Your Side” es el primer sencillo que se desprende de esta orgánica y relajada producción, uno de los cortes con mayor sabor rockero, pero que no pierde el toque de blues y R&B, y que es de la autoría del mismo Clapton.

Dos de los temas más destacados de la recopilación son “Rockin Chair”, que envuelve en una estela de pureza, y “My Very Good Friend The Milkman”, de Fats Waller, la cual revienta en el puente, gracias al tío Clapton-Richmond-Toussaint.

El country levanta la mano en “Hard Times Blues”, sonido que se fusiona con la melancolía del género al que hace referencia su nombre.

Entre las colaboraciones más destacadas se encuentra la realizada con el músico y compositor JJ Cale en “That’s Not Way To Get Along”, que cantaba Robert Wilkins, y “River Runs Deep”, en las cuales realizan un dueto, así como en “Everything Will Be Alright”, siendo las dos últimas composiciones de Cale.

Pero si hay un par de clásicos que destacan entre las joyas que desfilan por el álbum, esos son los temas “How Deep Is The Ocean”, tema que popularizara Frank Sinatra, y “Autumn Leaves”, de Nat King Cole; ambos arreglados y estilizados con la profundidad y ecuanimidad de la voz de Clapton.

“Can’t Hold Out Much Longer”, de Little Walter, transporta al sonido clásico de finales de los 50 y la década de los 60, con una guitarra cargada de pasión y expresionismo. Y la época del rock & roll y del blues prosigue con “Judgement Day”, que conquista con una resplandeciente armónica.

El romanticismo se abre paso con “Diamonds Made From Rain”, corte en el que participa Sheryl Crow. Mientras que en “When Somebody Thinks You’re Wonderful”, un clásico del jazz que cantara Bryan Ferry, Clapton cambia el piano original para inyectarle los riffs de su guitarra eléctrica.

Violines, saxofón, guitarra, piano y armónica son algunos de los instrumentos que se dan cita en “Clapton” durante los casi 60 minutos que dura el disco. Si quieres escuchar una probadita de este álbum, entonces visita la página oficial de este grande entre los grandes, dando clic aquí.

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sábado, 18 de diciembre de 2010

“I love you for that”

Una de mis serie favoritas es “One Tree Hill”. Comenzó en 2003 y narraba la historia de dos medios hermanos rivales; ambos basquetbolistas: Lucas (Chad Michael Murray) y Nathan (James Lafferty). Todo comenzó cuando Lucas entró al equipo de la escuela, en donde Nathan, quien por cierto era un patán, era el capitán.

La trama se complicaba en el ámbito amoroso, pues Lucas estaba enamorado de una de las porristas, Peyton (Hilarie Burton); mientras que Brooke (Sofía Bush), su capitana y mejor amiga, estaba interesada en el nuevo miembro de Los Ravens, el equipo escolar.

Sobra decir que Peyton también se sentía atraída hacia Lucas, con quien tenía una compleja y profunda conexión emocional.

Por otro lado, Nathan, tras terminar su noviazgo con Peyton, se acercó a Haley (Bettany Joy Galleoti), la mejor amiga de su hermano-enemigo, con el afán de molestarlo. Al final le salió el tiro por la culata, pues terminaron enamorándose y… casándose sin haber terminado la preparatoria.

Esos eran los cimientos de One Tree Hill. Hoy por hoy, la serie se ha transformado al 100 por ciento. De ser un drama adolescente sobrevivió el momento en el que los jóvenes se graduaban de la preparatoria para emprender un camino distinto en la universidad.

Cuatro años más tarde, cada uno de ellos regresó a su hogar en Tree Hill, Carolina del Norte. Para entonces, Lucas era un afamado escritor. Peyton, aunque pasó por momentos difíciles, lanzó una disquera independiente. Brooke se convirtió en una gran diseñadora de modas y empresaria al fundar Clothes Over Bros.

Nathan alcanzó su sueño de ser un importante basquetbolista y formó una familia al lado de Haley, quien combinaba varias actividades: la de madre, ama de casa, maestra de escuela y música.

Este 2010 comenzó su octava y última temporada, y desde la séptima superó otro reto aún mayor que el paso de la adolescencia a la adultez de cada uno de sus personajes. Se trató de la salida de sus dos protagonistas Murray y Burton, Lucas y Peyton (Leyton, para los fans).

Esto provocó la entrada de nuevos personajes que añadieron giros a la trama, algunos esperados y previsibles, otros no tanto.

Austin Nichols, interpretando al cineasta Julian Baker; Shantel VanSanten, como la hermana mayor de Haley, Quinn; Robert Buckley, como Clay, el agente de Nate, y Jana Kramer, en el rol de la actriz Alex Dupree, se unieron al reparto para añadir drama, romance, intriga y sazón a la serie.

Reconocimiento aparte merece Mark Schwahn, el creador del proyecto, pues ante las adversidades ha innovado el argumento, nos ha obsequiado grandes momentos; estupendos, cómicos y reflexivos diálogos, además de una excelente música. Pero no sería del todo honesto omitir el hecho de que a causa del tiempo y los factores ya mencionados la serie ha perdido su calidad inicial.

Hoy, estando cada día más cerca del final de este gran programa con el que básicamente crecí, lloré, me reí e identifiqué, me siento nostálgica porque me recuerda episodios específicos de mi propia vida; algunos amargos, otros llenos de ilusión, de dolor o alegría.

Por todo ello, no me queda que retomar el que, quizá, es uno de los más grandes legados de “One Tree Hill”. Me refiero a la frase “I love you for that” (“Por eso te amo”), que da nombre a esta entrada, el cual probablemente sea el diálogo más recitado a lo largo de estas ocho temporadas, ya que todos los personajes, incluso los nuevos, han hecho uso de él. 

No me queda más que añadir que: “One Tree Hill”, “I love you for that”.
 
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Sobre mí


Bueno, si hay alguien allá afuera leyendo esto, me gustaría compartir un poco sobre mí y este blog. Tenía otro espacio en donde escribía semanalmente, pero debido a un proceso de mantenimiento del que ya no se recuperó, ha muerto.

Entonces… terminé mudándome de nuevo a La Claqueta, el primer blog que abrí en mi vida, aunque debo confesar que todo inició como una tarea de una materia del último semestre de la universidad.

Recientemente lo retomé para expresarme libremente y retomar algunas de las cosas que publico en la página de Internet en donde trabajo, pero también otras cositas que se me vayan ocurriendo durante la travesía.

En fin… ojalá que lo disfruten y recomienden mucho.

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La Larga Cena de Navidad

Esta temporada navideña resulta adecuada para celebrar con la familia, acercarse, convivir y compartir, por lo que realizar actividades que están fuera de nuestra complicada agenda con nuestros seres queridos vale la pena. En especial si tenemos un respiro del trabajo o la escuela gracias a las vacaciones.

Una buena opción es ir al teatro, aquel lugar en donde los histriones, con sus vestuarios y rodeados de una escenografía llamativa crean magia con sus voces, inflexiones, gestos y movimientos.

La productora Halo Studio, la misma que el año pasado nos regaló en cine la película “El Estudiante”, ahora incursiona en este nuevo lenguaje para traernos la obra “La Larga Cena de Navidad”.

La puesta en escena es dirigida por el traductor, dramaturgo y director regiomontano Otto Minera, ex director del Centro Cultural Helénico; y es protagonizada por Lumi Cavazos, Carlos Aragón y Arturo Barba. 

La obra gira en torno a la vida de la familia Balderrama que cada año celebra una cena de Navidad, pero conforme transcurre el tiempo, hasta sumar 90 años, vemos cómo algunos miembros inevitablemente deben partir de este mundo mientras otros más arriban.

Son tres las generaciones que cobran vida ante nuestros ojos y con sutiles señales nos damos cuenta que un año ha pasado. Mamá Lola (Marissa Saavedra) es la primera en partir dejando a una familia en ciernes.

Su hijo, Rodrigo (Aragón), desposado con Lucía (Cavazos), forma una familia propia al tener dos hijos: Ángel (Barba) y Dolores (Sonia Franco). El primero, tras casarse con Josefina (Jeannine Derbéz), tiene cuatro hijos más, el primero muere recién nacido, pero le sobreviven: Manuel (David Villegas), Lucía (Sofía Padilla) y Rodrigo (Jorge Luis Moreno).

Así, con el paso de los años vivimos al lado de esta familia sus pesares y alegrías; las tragedias propias y los triunfos, la felicidad de ver que los hijos forman una vida propia y la tristeza de verlos marcharse de la casa; todo, mientras se recuerdan, se siembran o se cosechan nuevas tradiciones.

De ahí que la obra sea tan cercana, pues en ella nos vemos reflejados cada uno de nosotros, además de que nos conmovemos con las experiencias de los Balderrama, pues son similares a las propias y nos reímos con sus alegrías.

“La Larga Cena de Navidad” es una puesta en escena familiar, lo que de hecho motivó a Cavazos a regresar a México después de ocho años de ausencia, a hacer teatro. La actriz de “Como agua para chocolate” comentó: "bajo la idea de protagonizar una obra ciento por ciento familiar, que inculque valores, regresé gustosa".

Para ella, aunque es una obra que se escribió hace 30 años, aún es muy vigente por las temáticas que aborda.

Se trata de un texto del escritor, dramaturgo y guionista estadounidense Thornton Wilder, quien en su trayectoria se ha hecho acreedor a tres Premios Pulitzer: por su novela “Los Puentes de San Luis Rey”, y los otros dos por las obras teatrales: “Nuestro Pueblo” y “La Piel de Nuestros Dientes”.

“De todas mis obras de teatro, ‘La Larga Cena de Navidad’ es la que ha encontrado más variedad de respuestas. En algunas funciones han sido risas constantes; en otras el público es conmovido por la historia, a algunos les parece cruel y crítica”.

Hacer teatro es difícil, pues muchos factores intervienen para que se pueda crear magia sobre un escenario y compartirla con el público que se encuentra enfrente, sentado en las butacas.

Sin embargo, entre lo más destacable de esta puesta está el hecho de que los actores nunca se bajan del escenario y son ellos, con sus propios recursos, quienes se maquillan y avejentan para permitir que el tiempo deje su huella.

Lamentablemente, la respuesta del público no ha sido la deseada, pues “La Larga Cena de Navidad” se ha presentado en un teatro prácticamente vacío, lo cual seguramente se debe a la falta de promoción de la obra, a que en algunos momentos el ritmo se cae, a una que otra sobreactuación y a que no se logra una completa conexión con el público.

Aún así, vale la pena apoyar trabajos que fomentan valores y que se realizan con las mejores intenciones. “La Larga Cena de Navidad se presentará hasta el 16 de enero de 2011 en el teatro Wilberto Cantón. No es una obra infantil, pero sí es ideal para ir con los hijos adolescentes, ya que brinda una gran lección de unidad.

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jueves, 16 de diciembre de 2010

James Blunt, ¿en busca de problemas?


Su estilo único lo catapultó a la fama tras decirle a cada mujer del planeta “You are beautiful”. Y es que después de formar parte de las fuerzas armadas británicas, James Blunt le dio un giro a su vida para conquistar al mundo, pero no con las armas, sino a través de su música y voz.

Sus dos primeros materiales, “Back to Bedlam” (2005) y “All the lost souls” (2007), eran de carácter más intimista y melancólico, mientras que este año su objetivo fue abrir un nuevo capítulo en su vida con “Some kind of trouble” (2010), su tercer álbum.

¿Y para Blunt qué implica este nuevo episodio? Por un lado, dejar un poco las tristezas, como confesó recientemente, y por el otro, compartir otra faceta sobre sí mismo, una más optimista y dinámica.

"Este álbum desprende una energía, vitalidad y optimismo que se contagia desde que lo escuchas por primera vez. Realmente captura la misma sensación de libertad, entusiasmo e ingenuidad, dejando la melancolía de antes. Es un cambio musical en mi carrera, me tiene muy entusiasmado y espero que la gente que me ha seguido siga gustando de mi música, es un trabajo que me muestra de otra forma”, declaró.

Sin duda la evolución es una constante en la vida de cada ser humano y, por lo mismo, es natural y deseable que los artistas la hagan propia. En el caso de James Hillier Blount es evidente, pues el camino que ha recorrido desde 2004 ha dejado su marca.

Diversos sucesos han formado su esencia, desde la participación en la guerra de Kososvo, hasta el despegue de su carrera artística que hasta el momento ha rendido frutos: dos álbumes, dos giras mundiales y, de acuerdo con su página de Internet, 18 millones de discos vendidos.

“Some kind of trouble” debe verse como una exploración igual de profunda que sus trabajos previos, pero distinta en su resultado, en sus matices, ya que Blunt cambió su pulso musical, no por nada la crítica lo calificó como “deliciosamente optimista”.

Cada compás contagia una nueva emoción y muestra a un artista en plenitud: disfrutando su música y compartiéndose con su público. Pero él no quiere compartir problemas, como podría indicar el título del álbum; la frase tiene la intención de “hacer algo interesante”, fuera de la rutina, y “a ver qué pasa”, aclaró.

A grandes rasgos, “Some kind of trouble” es una producción que aglutina ritmos como pop, rock, folk, con el ya conocido estilo acústico que caracteriza a este romántico idealista.

Los tracks invitan a emprender un viaje en el que se experimentan diferentes estados de ánimo. Por ejemplo, “Stay the night”, primer sencillo de la producción, y “I’ll be your man” le inyectan el toque “surfero”, más dinámico, espontáneo, más cercano a artistas como Jack Johnson o Jason Mraz.

Tal vez esto se deba a que la forma en que Blunt compuso este disco fue distinta, apoyándose en la improvisación y dejando que todo fluyera una vez que ya se encontraba en el estudio, y no como en sus discos anteriores, en los que fue una labor más íntima, encerrada.

“These are the words”, en cambio, es agridulce, pues habla de partidas, de amores truncados, por lo que Blunt “baila con el corazón destrozado” (“Now I’m dancing with a broken heart”). Se trata de uno de los temas más conservadores del disco.

En medio de ambos se encuentra “Superstar”, una estilizada crítica al “star-system”, los “reality shows” y la vaciedad e infelicidad que implica la fama.

“Heart of gold” es una balada que recupera el estilo y el “mood” ya conocidos, una canción con una melodía al estilo de “Tears & rain” o “Cry”, con un acompañamiento en piano que acentúa la historia de una mujer incomprendida.

“Calling out your name” aporta ternura y esperanza; las cuerdas, el piano y la percusión se amalgaman de tal forma que emocionan a los corazones, se encuentren atribulados o no.

Pero si hay un corte que destaca por encima de todos, es “No tears”; no por nada el mismo Blunt lo considera el “ancla” del disco, una balada que abunda en la fortaleza, en la espiritualidad.

“Hay algunas canciones a lo largo del camino que son piedras angulares, que definen a un compositor hacia él mismo. ‘Goodbye my lover’ era la canción en el primer álbum. ‘Same mistake’ era del segundo. ‘No tears’ es mi piedra angular en este disco”, comentó el intérprete.

“So far gone” es otra de las joyas que nos regala James, tanto por su profundidad lírica, como por su calidad musical, en donde la inclusión de violines aumenta la emotividad de este tema que habla de “dejar ir”.

Una balada que recuerda a “No bravery”, corte de su primer material, es “Best laid plans” en donde las breves contribuciones de la guitarra eléctrica le añaden un toque melancólico y de “blues”, diferenciándola del resto del disco.

“Dangerous”, con influencias sententeras-ochenteras; “Turn me on”, con elementos del jazz y blues –cuya letra se desprende del estilo característico de Blunt y es un track en donde las percusiones y el bajo tienen una participación destacada–, y “If time is all I have”, completan el material de 12 cortes.
 
Con “Some kind of trouble” James Blunt constata una vez más que es un hombre de palabra y sentimiento y su música nos hace estremecer. Si te gustaron sus otros discos esta nueva propuesta no te decepcionará. 

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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Facebook, una historia de amargura y traición


Hay pocas películas que logran encantar al público y conciliar a la crítica… pero todo eso cambió con la llegada de un diamante en bruto: “Red Social” (“The Social Network”), de David Fincher (“El extraño caso de Benjamin Button”).

Hasta el momento, el filme cuenta con un 98 por ciento de reseñas positivas de la crítica especializada, por lo cual se distingue del resto de las películas de la última década. El fenómeno ha sido tan grande, casi palpable, que a su alrededor han surgido diversos rumores que gritan: “Óscar”.

¿Y cómo no hacerlo cuando tiene como director a Fincher y cuenta con un guión de Aaron Sorkin, cuya especialidad son los diálogos asertivos, mordaces? Entre los muchos aspectos destacables del filme se encuentran justamente sus líneas sagaces, cínicas e irónicas, las cuales envuelven al espectador en esta “Red Social”.

La historia, aunque no es un documental, sí está compuesta por diversas versiones de las personas involucradas en la creación de Facebook, aunque éstas pidieron mantener su identidad en anonimato.

Gracias a estos testimonios, Sorkin reconstruyó un fragmento de la vida del multimillonario más joven, no del mundo, sino de la historia: Mark Zuckerberg, para lo cual también se basó en el “best seller” “The Accidental Billionaires”, de Ben Mezrich.

Todo comenzó en el otoño de 2003, en los dormitorios de la Universidad de Harvard, cuando Zuckerberg (Jesse Eisenberg) tras ser dejado por su novia Erica Albright (Rooney Mara) desarrolló una idea que se convertiría en el antecedente de Facebook, Facemash.

El éxito de la página que colapsó la red de Harvard era sólo el principio de lo que Facebook lograría: más de 500 millones de usuarios alrededor del orbe.

Los gemelos Winklevoss (Armie Hammer), interesados en que Zukerberg fuera el programador de Harvard Connection, una página en donde los estudiantes pudieran interactuar, lo contactaron. Y ese momento es el detonante de todo.

La cinta se centra en las dos demandas a las que Zuckerberg se hace acreedor con la creación de The Facebook. Una, la de los gemelos, quienes le acusan de haber robado su idea.

La segunda, por parte de su ex mejor amigo y cofundador de la página, Eduardo Saverin (Andrew Garfield), por haberlo sacado (¿traicionado?) de la jugada.

A nivel cinematográfico, el filme es sobresaliente en numerosos aspectos. Tiene una gran dirección por parte de Fincher, quien llegaba a hacer hasta 70 tomas de una misma escena con el afán de obtener perfección.

Además, antes de rodar las escenas del juicio, intrigaba a los actores, haciendo creer a cada una de las partes que eran ellos quienes tenían la razón, lo que añadía realismo al conflicto.

El excelente guión posee diálogos que pasarán a la historia, que se volverán clásicos sin duda alguna, pero más allá de eso, presenta personajes multidimensionales, extremadamente humanos, que tienen altibajos, que no son sólo buenos, malos, traicioneros; simplemente son personas.

De ahí que tanto Eissenberg, Garfield, como Justin Tinberlake, quien interpreta a Sean Parker, el creador de Napster hayan ofrecido grandes actuaciones.

Particularmente el primero, quien, como Zuckerberg, nos regala a un genio con un coeficiente intelectual elevadísimo, pero que no tiene la habilidad de relacionarse con sus semejantes, que habla a una velocidad que sólo demuestra su agilidad mental y que es inexpresivo, estoico, complejo.

La película tiene un estilo visual impecable y un ritmo que mantiene al espectador atento a lo largo de sus dos horas de duración.

En ella vemos la forma en que surge la “Red Social” y las decisiones que se van tomando conforme el negocio crece, siendo las más polémicas la incorporación de Parker al proyecto y la salida de Saverin, el único amigo de Mark.

“Red Social” no juzga a los involucrados: no se limita a decir quién tiene la razón dentro de las disputas, solamente cuenta la historia y deja que el público participe y, en todo caso, decida, aunque la elección puede no ser necesaria.

Fincher nos muestra la oscuridad que se deriva del éxito, no tanto del dinero en sí mismo, pues éste no era un tema relevante para Zuckerberg, sino de mantener su idea tal como él la concibió, anteponiéndola a su amistad con Eduardo.

Entonces el filme deja muchos aspectos en los cuales reflexionar: ¿El éxito y la envidia deben anteponerse a una auténtica amistad? Pero también acerca de la soledad, la necedad, el egoísmo, la instrumentalización de la persona, las drogas, el sexo y los vicios que muchas veces están relacionados con el éxito monetario.

Estos aspectos son exaltados principalmente por medio de las escenas en las que hay encuentros sexuales entre jóvenes, el consumo de drogas, alcohol, entre otras, las cuales son reflejo de la vida de los campos universitarios estadounidenses donde el amor –generalmente– es desvirtuado.

Como bien dice Fincher, “nuestra historia es sobre la amargura relacionada con la autoría de Facebook”, pues como sostiene el eslogan de la película: “Nadie tiene 500 millones de amigos sin tener enemigos”.

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