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domingo, 11 de septiembre de 2011

“Amorcito Corazón”… ¿yo tengo tentación?


Las telenovelas alejadas del melodrama en estricto sentido y más cercanas a la comedia cada vez parecen ocupar un mayor espacio al aire, probablemente porque el público busca evadirse de la realidad retratada por las noticias.

Justo ése es el camino que intenta seguir "Amorcito Corazón", protagonizada por Elizabeth Álvarez y Diego Olivera, quienes, al igual que el nuevo estreno de Cadenatres, "Amar de Nuevo", retoman el tema de las segundas oportunidades, aunque con un giro cómico.

La historia se centra en Isabel (Álvarez), una arquitecta y maestra de escuela que tiene una catastrófica vida amorosa porque en su cumpleaños número 18 fue víctima de la maldición de su entonces suegra. Lo que añade un toque fantástico a la novela.

Ya mayor, conoce a Fernando (Olivera) un hombre viudo, con tres hijas, que desde la muerte de su esposa no ha encontrado el amor. Ambos tendrán una relación de amor-odio que será consolidada por el destino. Y créanme, el destino tiene que ver todo en esta historia, pues salva al guión de cualquier falta de creatividad.

A esta trama de amor, se suman otras dos: la de Zoe (Grettell Valdez) con Cecilio (Ricardo Fastlicht), después de que su matrimonio fracasa por una infidelidad de su esposo con otro hombre; y la de Willy (Daniel Arenas) con la hermana Lucía (África Zavala), una mujer a punto de convertirse en monja... ¿Profesará sus votos?

Aunque mucho de lo que ocurre en la trama, tanto por las actuaciones exageradas como por el tono general del programa es comedia, también se abordan temas dramáticos, como la pérdida de un ser querido, el engaño o la infidelidad.

Dentro de estos puntos hay dos temáticas sensibles a resaltar, que pueden ser suavizadas o hasta ridiculizadas por el humor.

La primera es la infidelidad en el matrimonio y más cuando es de tipo homosexual, pues "Amorcito Corazón" muestra las consecuencias devastadoras que puede sufrir una mujer que es usada por su esposo para esconder su orientación sexual, así como la instrumentalización de la persona.

La segunda es mediante el personaje de Willy, un vividor que engaña a mujeres ricas para sacarles provecho y que intenta conquistar a una hermana con tal de no perder su automóvil en una apuesta. Aunque eso sí, es presentado como un hombre que en el fondo tiene buen corazón y vive sumergido en simpáticas casualidades.

Además, otros de los estereotipos que pueden encontrarse en la trama es el del hombre patán (Mike Biaggio) y el del mujeriego (Alex Ibarra).

Sin embargo, entre los aspectos positivos de la producción de Lucero Suárez resaltan el amor, la unión familiar y cómo un padre viudo hace esfuerzos supremos por cuidar de sus hijas; así como el personaje de un sacerdote que intentará infundir el bien en el barrio donde labora.

En cuanto a las actuaciones, algunas en ocasiones son bastante exageradas, al igual que las situaciones a las que se someten los personajes, las cuales también llegan a sentirse forzadas.

La telenovela, cuyo tema musical es una nueva versión del clásico de Pedro Infante, pero interpretado por Chayanne, se transmite de lunes a viernes a las 18:15 horas por el Canal de las Estrellas.

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