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domingo, 8 de mayo de 2011

"Thor": dios nórdico al estilo inglés


La mitología nórdica ha llegado a Hollywood; desde ahí se ha disgregado al mundo entero y obviamente debía hacer parada en México. Es por ello que la nueva cinta del director shakesperiano Kenneth Branagh, "Thor", ya se estrenó en el país.

El desconocido actor australiano Chris Hemsworth encarna al dios mitológico, quien surgió de la mente del creativo Stan Lee, el guionista Larry Lieber y el dibujante Jack Kirby hace 49 años, todo porque Lee necesitaba un personaje más fuerte que Hulk; un dios era el apropiado para la encomienda.

Después de casi medio siglo, "Thor" finalmente llega al cine. La historia es comandada por un director especializado en llevar a la pantalla las obras de William Shakespeare y el protagónico femenino corre a cargo de la reciente ganadora del Óscar: Natalie Portman.

Sin embargo, su personaje, el de Jane Foster, ha sufrido una considerable modificación, ya que en el mundo del cómic se trataba de una enfermera, mientras que en la recreación de Branagh es una astrofísica que está en la brecha de un importante descubrimiento.

Es justamente con ella y con su equipo, como inicia esta aventura particular, en la que Odín (Anthony Hopkins), el rey de Asgard y padre de Thor, está a punto de dejar el trono a manos de su hijo, pero como su arrogancia revive una guerra que ya había sido apaciguada, es desterrado a la Tierra.

En medio de este nuevo panorama, el protagonista aprenderá la importancia de la obediencia y sensatez, conocerá el amor y la responsabilidad que tiene para con las vidas que le rodean, así como las que ha dejado atrás en Asgard.

Thor será privado del martillo Mjölnir, el cual aparecerá en medio del desierto de Nuevo México, escena que pudimos presenciar al final de "Iron Man 2" —la cual sirve de enlace entre ambos mundos y como preparación para "Los Vengadores" ("The Avengers")— y solamente quien sea digno de él, podrá desenterrarlo y adquirir el poder de la deidad.

Tras su "desaparición", su medio hermano Loki (Tom Hiddleston), el dios de la mentira, y quien siempre ha sentido celos de Thor, tomará el control del reino y enviará a poderosos seres a exterminarlo.

¿Pero acaso Thor permanecerá en la Tierra para siempre? ¿Será vetado de Asgard? ¿Logrará ver quién es Loki en verdad? ¿Su padre Odín perderá la vida en el trayecto?

Sin duda la cinta se compone de elementos que llaman la atención: nunca un director como Branagh se había internado en el universo de Marvel, ¿pero las similitudes entre Shakespeare y Thor serán suficientes para conquistar a los fans del cómic?

Uno de los puntos que más controversia causarán será que en la historia original, tras su expulsión, el "dios del trueno" ocupa el cuerpo de un doctor discapacitado, Donald Blake, y pierde todo recuerdo de Asgard, trama que fue eliminada de esta versión cinematográfica.

En el filme en el que también participan Stellan Skarsgård, Clark Gregg y Rene Russo, hay un par de elementos que quedan a deber, pues mientras los efectos especiales son adecuados, el diseño artístico es un tanto exagerado y rompe con el estilo habitual de cintas emanadas del cómic.

Por otro lado, la historia es floja en el sentido de que muchos de los eventos son más que previsibles; en especial en la trama amorosa, pues aunque hay química entre Portman y Hemsworth, las situaciones a las que están ceñidos le restan fuerza y verosimilitud a su relación. Eso sí, ésta es muy platónica y respetuosa, ¿será la influencia de Shakespeare?

Finalmente, si hay algo en lo que Branagh nos queda a deber a los mexicanos es en que la participación de Adriana Barraza como la dueña de un restaurante fue eliminada de la cinta. Tal vez cuando aparezca el DVD podremos consolarnos en que su actuación forme parte de las escenas inéditas.

¿O ustedes qué opinan?

Twitter: @mabsalinas

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